En medio del juicio político en el Congreso contra el expresidente Donald Trump por su papel en el asalto al Capitolio el 6 de enero, que motivó incluso la condena de algunos republicanos, algunas figuras de este partido acuden ahora a su casa de Florida para pedirle su apoyo para las elecciones de medio término en 2022.
Medios estadounidenses como Fox News se hicieron eco este viernes de la reunión que el líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, sostuvo con Trump en su mansión Mar-a-Lago, en Palm Beach (sureste de Florida), para estudiar como el partido puede lograr la mayoría en en los comicios legislativos de 2022.
El encuentro, celebrado el jueves, se da apenas dos semanas después de que McCarthy señalara en calidad de culpable a Donald Trump por el ataque al Capitolio que acabó con cinco personas muertas.
Pero el líder de la minoría republicana argumenta ahora que el Partido Demócrata, que ha recuperado la mayoría en el Congreso, tiene “una agenda que nos divide, como acusar a un presidente que ahora es un ciudadano privado y destruir empleos de energía de cuello azul”, según un comunicado de su oficina de campaña.
McCarthy, quien viajó a Florida con el fin de participar en actos de recaudación de fondos para el Partido Republicano, añadió a su agenda una visita al exmandatario que no estaba contemplada inicialmente.
El encuentro que sostuvieron los dos republicanos fue “cordial” y “muy buena”, y la página de McCarthy difundió un retrato de ambos posando en uno de los salones de Mar-a-Lago, el club de Trump en la localidad de Palm Beach en donde ha fijado su residencia tras dejar la Casa Blanca.
“El presidente Trump se comprometió a ayudar a elegir a los republicanos en la Cámara y el Senado en 2022”, manifestó tras la reunión el legislador por California.
Puso de relieve que en las elecciones de noviembre pasado, donde el expresidente sumó más de 74 millones de votos, siete millones menos que Biden, “los republicanos de la Cámara y la administración Trump lograron resultados históricos para todos los estadounidenses”.
“Un movimiento conservador unido fortalecerá los lazos de nuestros ciudadanos y defenderá las libertades sobre las que se fundó nuestro país”, señaló McCarthy tras la reunión.
El comité de acción política “Mr.Trump’s Save America”, confirmó que el expresidente aceptó trabajar con McCarthy para tratar de ganar el próximo año la mayoría en la Cámara.
“Su respaldo significa más que tal vez cualquier respaldo en cualquier momento”, agregó el comité en un comunicado.
La reunión de McCarthy es un nuevo gesto de los republicanos que refleja el deseo de muchos de ellos de congraciarse con Trump.
Esta semana, en una votación sobre una moción de procedimiento, la gran mayoría de los senadores republicanos se opuso al juicio político contra el expresidente, lo que vaticina el posible fracaso del proceso en contra del exgobernante.
El mismo día que McCarthy y Trump se reunían en Palm Beach, otro aliado del expresidente, el representante por Florida Matt Gaetz, fue hasta Wyoming para criticar a Liz Cheney, congresista republicana por este estado y una de las cinco legisladoras de este partido que votó a favor del juicio político contra Trump.
Aunque recluido en su mansión en Palm Beach, la reunión con el líder de la minoría republicana en la Cámara Baja refleja de paso que Donald Trump muestra señales de que quiere seguir presente en la política.
El expresidente, por lo demás, se enfrenta a una posible violación de un acuerdo de 1993 que hizo con el ayuntamiento de Palm Beach, mediante el cual limita a siete días consecutivos las estadías en su club Mar-a-Lago, en el que ha estado desde que abandonó la Casa Blanca el 20 de enero, es decir más de una semana.
El administrador de Palm Beach, Kirk Blouin, ha señalado que el gobierno local está examinando sus opciones y que el asunto podría discutirse en la reunión de febrero.
Las autoridades de Palm Beach recibieron el pasado mes una carta formal de un vecino que pedía el cumplimiento de esta cláusula, ya que la presencia prolongada de Trump podría disminuir el valor de las propiedades.