El jefe de la Policía de Washington, Robert Contee, anunció este miércoles que ampliaron a más de 20.000 el número de miembros de la Guardia Nacional desplegados para los días previos y durante la ceremonia de investidura del presidente electo, Joe Biden, el 20 de enero.

Hasta el momento, el máximo de soldados que se iban desplegar desde este fin de semana se estableció en entre 10.000 y 15.000, muchos de los cuales fueron acuartelados anoche en el interior del Capitolio, que el 6 de enero fue asaltado por una turba violenta de simpatizantes del presidente saliente, Donald Trump.

El Pentágono considera que el número de efectivos de la Guardia Nacional destinados a reforzar la seguridad en la capital estadounidenses se acerca a los 30.000, a los que se sumarán los cuerpos de la Policía del Capitolio, la Policía de Parques Nacionales, la policía local de Washington y el Servicio Secreto.

“Creo que podemos esperar algo más de 20.000 efectivos de la Guardia Nacional que estarán a lo largo del Distrito de Columbia”, informó el jefe de policía de Washington en funciones.

Según fuentes del Departamento de Defensa consultadas por el diario Washington Post, la determinación final sobre las fuerzas que serán necesarias en la capital durante la investidura dependerá de los requerimientos del Servicio Secreto, encargado de la seguridad presidencial.

Por el momento, este fin de semana habrá 10.000 soldados desplegados en Washington, el doble de toda la presencia militar actual de Estados Unidos en Afganistán.

Por primera vez desde la Guerra Civil (1861-1865), varios centenares de soldados fueron acuartelados en el interior del Capitolio, donde tuvieron que dormir en los suelos y pasillos de mármol, rodeados de la suntuosidad de la sede legislativa.

Las autoridades de Washington se han visto obligadas requerir unidades de la Guardia Nacional de Maryland y Virginia, estados vecinos, así como de una fuerza de reacción rápida especializada en disturbios.

El pasado 6 de enero, mientras las dos cámaras del Congreso se reunían para certificar la victoria electoral de Biden, una multitud violenta irrumpió al asalto el Capitolio, tomándolo durante varios horas y con el resultado de cuatro muertos entre los manifestantes, una de ellas por herida de bala, y de un policía por un golpe en la cabeza.

Trump instigó a la multitud en una intervención previa frente a la Casa Blanca. En algunos casos algunos de los participantes ya habían avisado de sus intenciones en internet.

El secretario del Ejército, Ryan McCarthy, dijo el martes al Washington Post que deben ser cuidadosos a la hora de enviar a la Guardia Nacional de otros estados a Washington, ya que hay amenazas de disturbios durante la investidura no solo en la capital, sino también en las sedes de gobierno de los 50 estados del país.