Los talibanes y Estados Unidos se acusaron mutuamente este lunes de violar el histórico acuerdo del pasado febrero en Doha. Supuestamente, los dos bandos habrían perpetrado ataques lejos de las zonas de combate. Las acusaciones se producen un día antes del reinicio de las conversaciones intraafganas.
Los insurgentes culparon directamente a las tropas estadounidenses de realizar ataques aéreos lejos del campo de batalla, mientras que EEUU respondió acusando a los talibanes de estar detrás de los asesinatos selectivos en zonas urbanas.
Los asesinatos selectivos contra políticos, activistas, intelectuales o periodistas se dispararon justo después del acuerdo firmado en Doha el pasado febrero, en el que Estados Unidos se comprometía a retirar sus tropas de Afganistán en 14 meses, mientras que los talibanes aceptaban reducir drásticamente la violencia.
Las acusaciones
El principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, sostuvo en un comunicado que durante los últimos días las tropas estadounidenses han llevado a cabo ataques lejos de zonas de combate en la provincia oriental de Nangarhar y en las sureñas de Helmand y Kandahar, donde EE. UU. inició además una operación de apoyo a las fuerzas afganas.
“Si los ataques aéreos y las operaciones en Kandahar no se detienen inmediatamente o si los ataques aéreos y las operaciones continúan contra los muyahidines en violación del acuerdo, los muyahidines del Emirato Islámico (como se hacen llamar los talibanes) se verán obligados a responder con seriedad y toda la responsabilidad caerá sobre los hombros estadounidenses”, afirmó.
La respuesta de Estados Unidos no se hizo esperar, en la que el portavoz de las tropas estadounidenses en Afganistán, el coronel Sonny Leggett, calificó de “falsas” las acusaciones de haber violado el pacto, al tiempo que condenó los repetidos ataques talibanes a civiles.
La actuación de las fuerzas estadounidenses en Afganistán “ha sido clara y coherente”, dijo Leggett, que reiteró el compromiso de EEUU de “defender a las fuerzas afganas contra los ataques de los talibanes”, algo que no contradice el acuerdo de Doha.
El militar respaldó además por primera vez la teoría del Gobierno afgano de que los talibanes están detrás de la reciente ola de asesinatos selectivos en el país, como parte de una nueva estrategia de ataques mediáticos en las ciudades sin la necesidad de grandes atentados, algo que han negado los insurgentes.
“La campaña de los talibanes de ataques no reivindicados y asesinatos selectivos de funcionarios, líderes de la sociedad civil y periodistas también debe cesar para que la paz tenga éxito”, remarcó Leggett.
Estas acusaciones se producen cuando Kabul y los talibanes tienen previsto retomar mañana en Doha las negociaciones intraafganas, que comenzaron el pasado 12 de septiembre y buscan poner fin de forma dialogada a casi dos décadas de guerra en Afganistán.