Más de un mes después de la elección de Joe Biden, una multitud que portaba gorras rojas con la inscripción “Make America Great Again” invadió el sábado la capital estadounidense para exigir “cuatro años más” de presidencia de Donald Trump, y volvió a denunciar un “fraude masivo” en las elecciones presidenciales.
A pesar de un último y decisivo revés el día anterior ante la Corte Suprema, miles de partidarios de Trump salieron a la calle para mostrar que están convencidos de su victoria en las elecciones de noviembre.
En un ambiente festivo, varios miles de ellos se reunieron en Freedom Plaza, cerca de la Casa Blanca. Eran sin embargo menos que las 10.000 personas que respaldaban al presidente un mes atrás.
Se produjeron algunos enfrentamientos entre manifestantes pro y anti Trump, tras los cuales seis personas resultaron detenidas, sumándose a otras cinco arrestadas el viernes por la noche, informaron medios locales.
“No vamos a ceder”, promete Luke Wilson, un hombre de sesenta años originario de Idaho, ondeando una bandera que defiende el porte de armas.
Una “injerencia extranjera”, un software electoral que habría borrado millones de votos destinados al presidente: estas y otras razones son citadas por los manifestantes para explicar el “robo” que habría sufrido el magnate republicano.
“El pueblo estadounidense es víctima de una gran injusticia”, asegura a la AFP Dell Quick, un asiduo concurrente a los actos en favor del presidente saliente, a quien la elección de Biden le parece “completamente imposible”.
“Trump 2024”
Por falta de pruebas tangibles que respalden las acusaciones de “fraude masivo”, las aproximadamente cincuenta denuncias presentadas por los aliados de Trump en todo Estados Unidos han sido desestimadas por los tribunales, o retiradas, con una sola excepción.
Todos los estados han certificado formalmente sus resultados, otorgando la victoria a Biden, y el Colegio Electoral validará el lunes el triunfo del demócrata, que asumirá el cargo el 20 de enero.
Darlene Denton lleva una insignia de “Trump 2024” en su sudadera. “Nadie quiere escuchar la evidencia”, dice esta mujer de 47 años que llegó desde Tennessee para expresar su amor por un líder que le habría dado “voz” al pueblo estadounidense.
El propio presidente todavía se niega a admitir su derrota.
“¡Vaya! Miles de personas se están reuniendo en Washington para evitar que nos roben las elecciones”, saludó Trump en Twitter el sábado, antes de que su helicóptero volara sobre la multitud que cantaba el himno estadounidense.
Entre los manifestantes, los integrantes de la milicia de extrema derecha “Proud Boys”, reconocibles por sus trajes amarillos y negros y sus chalecos antibalas, eran aclamados por la multitud.
“!Fuera nazis!”, gritaban militantes del movimiento Black Lives Matter (“Las vidas de los negros importan”) reunidos a algunas calles de distancia.
Varias concentraciones anti-Trump, de escasa concurrencia, fueron organizadas en la capital, una de ellas en la Plaza Black Lives Matter, cercana a la Casa Blanca y hacia donde miles de personas se dirigieron a comienzos de noviembre para festejar el triunfo de Biden.