El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que tiene buena relación con Donald Trump, felicitó este martes a Joe Biden, ganador en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, y afirmó que esperaba que los lazos entre Ankara y Washington se refuercen.
“Las pruebas a las que estamos haciendo frente a escala mundial y regional hacen necesarios el desarrollo y el refuerzo de nuestras relaciones, conforme al interés compartido y a los valores comunes”, declaró Erdogan en un mensaje publicado por la presidencia turca.
Con la victoria de Biden, el presidente turco probablemente ya no podrá tratar de influir en las decisiones de la Casa Blanca con una llamada telefónica como solía hacer con “su amigo” Donald Trump.
Los analistas opinan, sin embargo, que el presidente electo, una vez investido, no marginará a Turquía que desempeña un papel notorio en la región, pero que las relaciones con este aliado estratégico de la OTAN se basarán en nuevas reglas, más estrictas.
Trump es conocido por su fascinación por los dirigentes que “gobiernan con mano dura”, como Erdogan, al que presentó como un amigo, pero esto no ha impedido que los dos países atravesaran crisis durante los últimos años marcadas por el deterioro de sus relaciones después de un fallido golpe de Estado en Turquía en 2016.
Turquía pide a Estados Unidos que extradite a un predicador turco, Fethullah Gülen, que reside en Pensilvania y a quien acusa de ser el cerebro de la intentona golpista.
Los dos países también están en desacuerdo sobre una milicia kurda calificada de “terrorista” por Turquía pero apoyada por Washington en la lucha contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria.
El vínculo personal entre Trump y Erdogan contribuyó no obstante a limitar los daños.
Con la partida de Trump, el presidente turco “tiene motivos para estar preocupado”, opina Gönül Tol, experta del Middle East Institute, en una nota de análisis.
“No creo que el gobierno de Biden sea tan indulgente con Turquía sobre Siria y otros temas”, considera Sam Heller, un experto independiente sobre Siria.
“Tensión y aprensión”
Erdogan y su gobierno se habían abstenido hasta el anuncio de la felicitación de comentar la victoria de Joe Biden, anunciada por los medios de comunicación estadounidenses.
Luego de varios días de silencio, Erdogan felicitó este martes a Biden, y confió en que los lazos se refuercen. “Las dificultades que enfrentamos a escala mundial y regional hacen necesarios el desarrollo y el refuerzo de nuestras relaciones”, dijo.
“Bajo la administración de Biden, las relaciones entre Washington y Ankara comenzarán sin duda con tensión y aprensión”, prevé Asli Aydintasbas, del centro de investigación del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales (ECFR).
Las autoridades turcas marcaron el tono cuando reaccionaron a un vídeo difundido en agosto de una entrevista de Biden en la que calificaba al jefe de Estado turco de “autócrata” y subrayaba la necesidad de “animar” a sus rivales “para que puedan afrontar y derrotar a Erdogan”.
Ankara denunció la “pura ignorancia, arrogancia e hipocresía” de Biden.
Los altos cargos turcos afirman sin embargo que trabajarán con el gobierno estadounidense independientemente del partido.
“Vemos nuestras relaciones por encima de la política partidista”, declaró el viernes el ministro de Relaciones Exteriores Mevlut Cavusoglu.
Democracia y derechos humanos
Incluso bajo Trump, las relaciones se tensaron por las ambiciones de Ankara de explorar en busca de hidrocarburos en el Mediterráneo oriental, en aguas reivindicadas por Grecia y Chipre.
En septiembre, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, viajó a Grecia en señal de apoyo a Atenas.
“Ankara teme que Joe Biden desarrolle vínculos aún más estrechos con Grecia y tenga una línea más dura contra Turquía”, explica Tol, la experta del Middle East Institute.
Y cuando un pastor estadounidense fue detenido por espionaje en Turquía, Trump amenazó con destruir la economía turca si no era liberado, lo que provocó una crisis monetaria en 2018.
Además Biden podría recurrir a “un discurso que haga hincapié en la democracia y los derechos humanos en las relaciones bilaterales”, afirma Aydintasbas.
Amenaza de sanciones
Con un enfoque menos aislacionista que Trump, Biden también podría intentar amordazar el activismo turco en el extranjero, como en Libia.
“Ankara teme que Biden intente contener una Turquía en expansión”, resume Aydintasbas.
Turquía también está bajo la amenaza de fuertes sanciones estadounidenses por haber comprado el sistema de misiles ruso S-400.
Pero “la administración de Biden probablemente tendrá las mismas preocupaciones que la de Trump, porque al imponer sanciones a Turquía corre el riesgo de alienar a un aliado que sigue siendo importante en la OTAN”, matiza la experta Aydintasbas.