La ciudad de Filadelfia vivió este martes una segunda noche de manifestaciones, marcada por arrestos, choques violentos y saqueos, al día siguiente de la muerte de un afroamericano abatido por la policía, un hecho que amenaza con reactivar el movimiento antirracista a una semana de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
La policía advirtió en Twitter que una “gran multitud” de unas mil personas estaba saqueando negocios en los barrios de Castor y Aramingo y recomendó a los residentes que “eviten el área”.
Imágenes tomadas por un helicóptero parecen mostrar a personas saqueando una tienda Foot Locker y otro negocio.
Un reportero de la Agence France-Presse en otra zona, West Philadelfia, donde otra multitud de alrededor de mil personas se reunía, vio a policías armados con bastones en enfrentamientos violentos con decenas de manifestantes.
La oficina del gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, anunció el despliegue de cientos de soldados de la Guardia Nacional a la ciudad para “proteger el derecho a la reunión y la protesta pacífica mientras se mantiene a las personas a salvo”.
Walter Wallace Jr.
La violencia estalló después de que la policía matara el lunes a un hombre de 27 años identificado como Walter Wallace Jr., que sufría de problemas de salud mental según su familia. Como muestra un video que circula en las redes sociales, Wallace recibió varios disparos de dos policías.
Wallace era padre de 3 niños, y sufriría trastorno bipolar según su entorno.
“Hay mucha confusión sobre por qué” la policía mató al joven, dijo Ezra Alidow, un artista de 25 años el martes.
“Está pasando en todo Estados Unidos, da miedo”, dijo.
La policía realizó 90 arrestos durante la primera noche de disturbios y saqueos esporádicos del lunes, y 30 uniformados fueron heridos, incluyendo uno que se rompió la pierna cuando fue atropellado por un camión.
“Para hoy y esta noche, anticipamos la probabilidad de incidentes adicionales de desórdenes”, dijo más temprano a periodistas la comisionada de la policía de Filadelfia, Danielle Outlaw.
“Por eso tomaremos medidas adicionales para garantizar el orden”, incluyendo aumentar la presencia policial en puntos clave y desplegar las unidades antisaqueos, dijo.
Una ola de protestas antirracistas, que a veces han derivado en episodios de violencia, ha recorrido Estados Unidos desde la muerte de George Floyd, un hombre negro asesinado por un policía blanco a finales de mayo.
Muchos de los manifestantes acusan a la policía de racismo y brutalidad, pero el presidente Donald Trump ha aprovechado los disturbios para impulsarse como el candidato de la “ley y el orden” en su duelo con su rival demócrata Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre.
“Estamos monitoreando la situación de cerca. Estamos listos para desplegar recursos federales, si es necesario. El presidente Trump no tolerará la violencia hacia las fuerzas del orden de Estados Unidos”, declaró Alyssa Farah, directora de comunicaciones de la Casa Blanca.
“Baja el cuchillo”
Biden y su compañera de fórmula, Kamala Harris, dijeron en un comunicado que sus “corazones están rotos” por la familia de Wallace.
Pero también llamaron a los manifestantes a protestar pacíficamente.
“Ninguna cantidad de rabia ante las muy reales injusticias en nuestra sociedad son excusa para la violencia”, dijeron.
“Saquear no es protestar, es un crimen”, añadieron Biden y Harris.
Según medios locales, dos agentes dispararon a Wallace alrededor de las 16:00 (17:00 horas en Chile) el lunes en el vecindario de West Philadelphia después de que se negara a desprenderse de un cuchillo, mientras su madre intentaba contenerlo.
Un video publicado en redes sociales muestra a Wallace empujando a su madre y luego caminando hacia los policías.
“Baja el cuchillo”, grita uno de los policías en el video, que alejaba la toma de los hechos mientras los policías disparaban.
El padre de Wallace, también llamado Walter Wallace, dijo que su hijo parece haber recibido 10 tiros, según el diario Philadelphia Inquirer.
Afirmó que la víctima padecía problemas psicológicos y estaba en tratamiento. “¿Por qué no usaron una Taser?”, reclamó refiriéndose a una pistola de corriente eléctrica.
“Su madre estaba tratando de calmar la situación”, agregó.
Outlaw lanzó una investigación, afirmando que el video “genera muchas preguntas”.
Una semana antes, un policía en Waukean, al norte de Chicago, mató a un joven de 19 años cuando le disparó a su vehículo. La pareja del joven resultó herida.
“¿Cuándo se acaba, Estados Unidos?”, se preguntó el abogado Ben Crumps en rueda de prensa el martes. “¿Cuántas más personas negras tienen que morir por la brutalidad policial, la fuerza excesiva, el sesgo, el racismo sistemático o la indiferencia deliberada?”.