Estados Unidos está ad portas de elegir a quien dirigirá los destinos del país por los próximos cuatro años. Y a medida en que la fecha fatal se aproxima, las campañas de Donald Trump y Joe Biden comienzan a ajustar los últimos detalles.
En buena medida, gran parte de esos esfuerzos están centrados en los swing states o estados bisagras (conocidos también como estados pendulares), pues será en esos territorios donde la carrera presidencial estadounidense terminará definiéndose.
Pero… ¿Qué son estos estados y por qué son tan importantes?
La respuesta la entrega el analista estadounidense, Jon McHenry, durante una actividad internacional organizada por los Centros de Prensa Extranjera del Departamento de Estado de EEUU, de la que participó BioBioChile.
Según cuenta el experto y vicepresidente del centro de estudios North Star Opinion Research (ligado al partido Republicano), lo primero que se debe entender es que para los candidatos existen “estados seguros”. Es decir, territorios donde es prácticamente imposible que sufran una derrota electoral, por lo que es muy improbable que gasten tiempo y recursos haciendo campaña en esos lugares.
Por ejemplo, el estado de Nueva York no ha votado por un candidato republicano desde 1984, cuando Ronald Reagan obtuvo una victoria arrolladora. Y por el contrario, Alabama no se ha inclinado por un carta demócrata desde que ganó Jimmy Carter, en 1976.
De este modo, asumimos que Donald Trump ganará en Alabama y Joe Biden en Nueva York, dice McHenry.
Pero, no todos los estados son zonas seguras. Hay otros en los que no hay una tendencia clara a través del tiempo y que -por ende- significan una oportunidad para que uno u otro candidato sume ventajas. Estos últimos son denominados swing o battleground states, conocidos en castellano como estados bisagras o pendulares.
En buenas cuentas, corresponden a territorios claves en donde los candidatos sí invierten dinero y tiempo en sus campañas, pues sus ciudadanos han oscilado entre el partido demócrata y el republicano en los últimos años.
Mapa electoral, según encuestas (estados pendulares en gris)
La definición del experto
Si bien los expertos no siempre coinciden en cuáles son los swing states para cada ciclo electoral, las encuestas y una revisión histórica se convierten en herramientas fundamentales para determinar si uno u otro entran en esta categoría (conocida también como estados púrpuras, por la mezcla entre el azul demócrata y el rojo republicano).
Así las cosas, McHenry tiene su propia definición para este año: se entenderán como estados bisagra a “cualquiera que haya cambiado entre partidos en 2016 (respecto de 2012)”.
De este modo, quedan allí “Michigan, Wisconsin y Pennsylvania”. “Cuento también a Florida y Iowa, que votaron por el Presidente Obama en 2012 y luego por el Presidente Trump en 2016, así que en esos cinco estados hay que tener sin dudas un ojo encima”, comenta.
“Y también -prosigue- añadiría a cualquier estado que se terminó decidiendo por cinco puntos o menos. Así que tenemos esos cinco que ya mencioné y les agregamos Arizona, Nevada, Colorado, Minnesota, New Hampshire, Maine y North Carolina”.
Justamente -a juicio del experto, Arizona “no es un estado típicamente considerado como bisagra, pero se ha convertido en uno en los últimos años, principalmente porque la demografía está cambiando ahí”.
“Entonces, bajo esta definición, tenemos una carrera electoral muy estrecha. Asumo que los demócratas ganaran 201 votos electorales y 198 los republicanos. Y luego existen 139 que están en el medio”.
Mapa electoral, según Jon McHenry
La pregunta ahora entonces es: ¿Qué hacer para convencer a los votantes de estos territorios?
“Para los principiantes, no vamos a ver la campaña de Morning in America este año”, advierte McHenry.
Y añade: “Para aquellos que esto no les es familiar, se trata de la campaña dirigida por Reagan para su reelección en 1984. Él (en el video) habló de todas las cosas maravillosas que estaban pasando en EEUU. El alza de trabajos, que éramos un país más seguro, menos preocupados por lo que hiciera la Unión Soviética y todos los grandes cambios que sucedieron desde la administración de Carter”.
“Eso no es lo que veremos este año, ese no es el modus operandi del Presidente”, reitera.
Lo que si hará -señala- es “estar más preocupado en lo que los votantes perderían bajo la presidencia de Biden”.
“Se enfocará bastante -añade el especialista- en cómo se verá el Green New Deal, en el impacto que eso tendría en la economía”.
“La economía importa, e importa mucho en aquellos estados bisagra”, afirma.
En la vereda de en frente, en tanto, Joe Biden apostará sus fichas en el criticado manejo de la pandemia de parte de Trump.
“Esto importa mucho más a los votantes”, sentencia McHenry.