El proceso de confirmación de la jueza Amy Coney Barrett, nominada por Donald Trump a la Corte Suprema de Estados Unidos, se abrió el lunes en el Senado con un diálogo de sordos entre republicanos y demócratas a 22 días de las elecciones y en plena pandemia.
La senadora Kamala Harris, compañera de fórmula del candidato demócrata Joe Biden, consideró “irresponsable” haber lanzado el proceso de nominación en medio de la pandemia de covid-19.
Al señalar que más de 50 personas estaban reunidas en una sala por muchas horas, Harris, que habló en un video, reprochó a los republicanos “poner en peligro” al personal del Congreso.
“El Senado debería tener como prioridad un plan de auxilio para las familias” afectadas por el covid-19, dijo.
El proceso en la cámara alta se vislumbra rico en confrontaciones.
“Esta será una larga semana de peleas”, admitió Lindsey Graham, un allegado al presidente Trump que encabeza el Comité Judicial del Senado, responsable de interpelar a la jueza.
“Intentemos ser respetuosos. Recordemos que el mundo nos mira”, dijo Graham quien calificó de “talentosa” e “íntegra” a la nominada para llenar la vacante dejada en la corte por la fallecida jueza liberal Ruth Bader Ginsburg.
Barrett está en la antípodas de la difunta. Católica practicante y madre de siete hijos, es bien vista por los cristianos tradicionalistas con quienes comparte valores como la oposición al aborto.
Si el Senado la confirma, se sumará a los cinco magistrados conservadores y tres liberales que completan la Corte de nueve miembros.
“Su fe”
Algunos progresistas temen que sus convicciones religiosas pesen en su lectura del derecho pero en un país en el que apenas una cuarta parte de la población se declara atea o sin religión, los demócratas se cuidaron de no atacarla en ese flanco.
“Su fe no debe estar en discusión”, dijo Biden, a quien las encuestas dan como el preferido por el electorado.
Los ataques a la nominada apuntaron en cambio a sus críticas contra la ley conocida como Obamacare; y con la cual el presidente Barack Obama extendió la cobertura médica a millones de estadounidenses.
Ella “dijo que quiere deshacerse” de la Obamacare, dijo Biden, quien fue vicepresidente de Obama. “El presidente quiere deshacerse (de Obamacare). Sigamos concentrados en lo esencial: ¡en un mes, los estadounidenses van perder su seguro de salud!”.
Una semana después de la elección del 3 de noviembre, la Corte deberá examinar un recurso contra Obamacare presentado por legisladores republicanos.
Los demócratas destacaron los avances que trajo consigo Obamacare. Dieron ejemplos de sus beneficiarios y publicaron sus fotos en carteles frente a la jueza Barrett, que hablará después de que lo hagan los legisladores.
“Los republicanos deberán responder alto y fuerte que NOSOTROS vamos a proveer los mejores cuidados médicos mucho más baratos”, tuiteó Trump en paralelo.
Un golpe
Los demócratas evitaron realizar ataques personales a la nominada y lanzaron dardos contra los republicanos a los que acusaron de menospreciar a los electores.
La votación “comenzó en 40 estados y los republicanos se mueven a toda velocidad para consolidar una Corte que perpetuará su política”, reclamó la senadora Dianne Feinstein.
Unos 10 días después de que tres senadores republicanos dieran positivo a tests de covid-19, Sheldon Whitehouse consideró también “irresponsable” convocar a sesionar.
“Los estadounidenses saben lo que significa este golpe tortuoso, apresurado e hipócrita para su acceso a la atención médica en medio de la pandemia”, dijo.
El senador Mike Lee, quien dio positivo al covid pero dijo tener el permiso de los médicos del Congreso, tomó luego la palabra. Dijo que la jueza Barrett tiene “compasión” por las personas cuyas fotos se estaban mostrando pero añadió que ese no es el tema. “Entendemos que no es su trabajo como jueza” opinar sobre eso, dijo Lee.
La magistrada ha dicho varias veces que sabe distinguir sus convicciones personales de su labor como jueza.
“Las cortes no están hechas para resolver cada problema o corregir cada error en nuestra vida pública. Las decisiones de política pública (…) deben tomarse por las ramas políticas que son elegidas y rinden cuentas al pueblo”, debería decir en su presentación, que fue publicada por anticipado en varios medios.