La Comisión para Debates Presidenciales de los Estados Unidos anunció este jueves que el segundo debate entre el mandatario Donald Trump y su rival en la carrera por la Casa Blanca, Joe Biden, será virtual.
Así fue reportado por CNN, luego que este fin de semana Trump pasara hospitalizado tras contagiarse con covid-19, levantando preocupaciones debido al tiempo de 2 semanas que se recomienda de aislamiento para quienes contraen la enfermedad.
La decisión fue tomada “a fin de proteger la salud y seguridad de todos los involucrados”, indicó la comisión en un comunicado, agregando que los candidatos “participarían desde dos ubicaciones remotas” en el debate a efectuarse este 15 de octubre.
Sin embargo, inmediatamente tras conocerse los nuevos términos, Donald Trump anunció que no participaría. “No voy a perder mi tiempo en un debate virtual. No es de eso que se trata un debate, es ridículo”, sostuvo en entrevista con Fox Business. “Es inaceptable para nosotros”, añadió el candidato republicano a un segundo mandato.
Trump acusó a la comisión bipartidaria que lo organiza de “proteger” a su oponente demócrata Joe Biden.
En tanto, desde la campaña de Biden dijeron que el candidato demócrata “espera hablar directamente con el pueblo estadounidense”.
Si bien los debates presidenciales en los Estados Unidos son tradicionales, nada fuerza a los candidatos a participar. Por ejemplo, en 1980 Jimmy Carter se rehusó a debatir y sólo accedió a hacerlo 9 días antes de la elección con Ronald Reagan.
Pese a lo moderna que pueda parecer la idea de un debate a distancia, acota el New York Times, hay precedentes: en 1960, el tercer debate entre John F. Kennedy y Richard M. Nixon fue remoto, con el primero participando desde Nueva York y el segundo desde Los Ángeles.
Ambos fueron filmados en sets de televisión similares, y transmitidos en simultáneo a pantalla dividida, mientras el moderador del debate, Bill Shadel de ABC News, operaba desde un tercer estudio en Chicago.