Un tono civilizado, pocas interrupciones e incluso cumplidos: el “debate de los vicepresidentes” entre Mike Pence y Kamala Harris el miércoles ofreció un marcado contraste con el violento enfrentamiento verbal entre el presidente Donald Trump y su rival Joe Biden la semana pasada.
El vicepresidente republicano y la senadora demócrata se interrumpieron en sus intercambios, pero también se agradecieron, se trataron con amabilidad y se escucharon.
“Quiero felicitarla, como lo hice por teléfono, por la naturaleza histórica de su nominación”, le dijo Pence a Harris, primera candidata negra a la vicepresidencia de uno de los grandes partidos estadounidenses.
Harris, que nació en California de padre jamaiquino y madre india, asintió y respondió con un “Gracias”.
Más adelante, Harris volvió a agradecerle a Pence luego de que éste destacara la trayectoria de los candidatos demócratas. “Respeto el hecho de que Joe Biden pasó 47 años en la vida pública. También respeto su servicio público”, dijo el mano derecha de Trump.
Varias veces más la exfiscal de California, famosa por su estilo inquisitivo, le dijo “Gracias, señor vicepresidente”.
El duelo televisado en Salt Lake City, Utah, el primero y único previsto entre los candidatos a vicepresidente antes de las elecciones del 3 de noviembre, fue notoriamente diferente al caótico encuentro del 29 de septiembre en Cleveland, Ohio, entre Trump y Biden, muy cuestionado luego por el público.
Una firme advertencia por parte de la moderadora Susan Page estableció una expectativa de cortesía básica entre Pence y Harris.
“Queremos un debate que sea animado. Pero los estadounidenses también merecen una discusión que sea civilizada. Estos son tiempos tumultuosos, pero podemos y tendremos un intercambio respetuoso”, afirmó Page.
El encuentro entre Pence y Harris cobró especial importancia cuando Trump, de 74 años, se recupera de su infección de covid-19, y Biden, de 77, podría convertirse en el presidente más anciano de la historia de Estados Unidos.
Mosca protagonista
En tanto, una mosca que se posó en el pelo cano de la mano derecha de Donald Trump acaparó las miradas y fue el deleite de los internautas en Twitter este miércoles.
La mosca -que se mantuvo más de dos minutos en la cabeza del vicepresidente- acaparó los comentarios en Twitter y permitió recrearse a los adversarios políticos de Trump, desde el propio candidato presidencial demócrata, Joe Biden, hasta los republicanos opuestos al mandatario de la plataforma Lincoln Project.
Antes de terminar el debate, el insecto ya tenía una cuenta en Twitter, era una etiqueta muy comentada en la red social en Estados Unidos y aparecía en algunas encuestas humorísticas de usuarios que planteaban quién ganó el debate, Mike Pence, Kamala Harris o la mosca.
Pence se mantuvo impertérrito y siguió defendiendo de la política del gobierno de Trump en relación a las fuerzas del orden, en un momento del debate sobre la brutalidad policial contra las minorías en Estados Unidos.
En medio de la crispación política a menos de un mes de las elecciones del 3 de noviembre, el incómodo insecto permitió un momento de distensión.
Biden aprovechó el furor de las redes sociales para vender un matamoscas de 10 dólares y recaudar fondos para su campaña con el lema “aplasta a las moscas y mentiras”.
Incluso entre los republicanos, el imprevisto causó gracia y el senador oficialista por Kentucky Rand Paul bromeó: “El espionaje ilegal está realmente fuera de control”.