Ya sacudida por múltiples crisis, la carrera presidencial de Estados Unidos se hundió en una mayor confusión luego del contagio de Donald Trump de covid-19, que dejó la campaña en un escenario sin precedentes, cuatro semanas antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Ante este devenir, a continuación se presentan distintos aspectos sobre el estado de la carrera entre Trump y su rival demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, y una mirada sobre qué esperar en las semanas previas al día de las elecciones.
Trump enfermo y apartado
La incertidumbre ha rodeado el estado de salud del mandatario de 74 años. Sus médicos han ofrecido mensajes contradictorios y no explicaron completamente por qué al presidente se le administró un cóctel de anticuerpos experimental si su progreso era satisfactorio.
Sin embargo, un importante asesor del mandatario se dijo el lunes “optimista” y salió del centro médico militar Walter Reed para volver a la Casa Blanca.
Mientras, hay algo seguro: el contagio ha dejado a Trump fuera de la campaña electoral en un momento crucial. Sus ruidosos mitines están en suspenso y Trump se mantiene lejos de los votantes en estados bisagra, como Florida y Pensilvania, que debe ganar para ser reelegido.
Biden, en marcha y con cautela
El encierro de Trump no obstaculiza los planes de Biden, quien hizo una pausa en los anuncios contra Trump por un día, pero no detuvo su campaña presencial en los estados clave.
“Desde el inicio de la pandemia, nuestra campaña ha predicado con el ejemplo y ha priorizado la salud y la seguridad de nuestros seguidores, nuestro personal y el público en todo lo que hacemos”, dijo a la AFP el secretario de prensa nacional de Biden, TJ Ducklo.
“Tomamos medidas extraordinarias para garantizar que estamos haciendo campaña de manera segura”, agregó.
El lunes, Biden, cuyo test de coronavirus dio negativo en repetidas ocasiones desde el viernes, se dirigió a Florida para cortejar a los votantes hispanos en un distrito electoral determinante. Luego asistirá a un evento televisado en vivo con preguntas de la audiencia. El jueves llegará a Arizona.
Biden ha sido meticuloso al usar mascarilla en público, tal como los expertos de salud del gobierno recomiendan a los estadounidenses, en contraste con Trump, que en general ha evitado usarla y hasta se ha burlado de su oponente.
Debate sobre los debates
Con Trump sintomático, el calendario de debates restante es incierto, aunque la Casa Blanca no ha hecho anuncios.
Consultado sobre si sería seguro para él y Trump enfrentarse la próxima semana, Biden, de 77 años, respondió: “Haré lo que digan los expertos”. Y agregó: “Creo que debemos ser muy cautelosos”.
Después del primer debate bajo techo el martes pasado en Cleveland, y posteriores anuncios de contagios, surgió la preocupación sobre si los encuentros restantes deberían celebrarse al aire libre, con máscaras obligatorias, realizarse virtualmente o eliminarse por completo.
Un evento estilo foro público está programado para el 15 de octubre en Miami, pero ¿estará listo un presidente de 74 años para responder las preguntas de los votantes durante 90 minutos, menos de dos semanas después de que se anunciara su diagnóstico?
“No veo ninguna razón por la que no lo haría, y no hay razón para retrasar los debates”, dijo a ABC el abogado de Trump, Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York. “Son enormemente valiosos (…) y creo que él hará todo lo posible para lograrlo”, añadió.
Mientras, la atención se posa en el debate vicepresidencial, programado para el miércoles en Utah, y que cobra gran importancia con Trump al margen.
El vicepresidente Mike Pence y la compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris, dieron negativo en las pruebas, y el choque será la primera oportunidad para que ambos muestren sus habilidades.
Sondeos favorables a Biden
La mayoría de las señales apuntan a una pelea dura para Trump, a la zaga en las encuestas durante varios meses. El promedio de la encuesta RealClearPolitics pone a Biden 8,3 puntos porcentuales por delante.
El último gran sondeo, realizado por NBC News y el Wall Street Journal después del primer debate y antes del diagnóstico de Trump, tiene a Biden a la cabeza con 53%, frente al 39% del presidente.
La carrera parece más apretada en los estados más importantes. Pero Biden lidera en varios lugares clave que Trump ganó en 2016, incluidos Florida (Biden subió 2 puntos), Pensilvania (6,5), Michigan (5,2), Wisconsin (5,5) y Ohio (1,2).
Votación abierta
Dada la adhesión de muchos estadounidenses al voto por correo ante la pandemia, la votación anticipada se ha disparado, con más de 3,5 millones de votos, según el Proyecto de Elecciones de Estados Unidos.
Entonces, incluso si el diagnóstico de Trump inclina a los votantes de una forma u otra, para muchos será tarde.
Las consecuencias electorales de la enfermedad de Trump siguen sin estar claras, pero se podría considerar el “rebote de Boris” como una señal de lo que podría ocurrir. La aprobación del primer ministro británico Boris Johnson se disparó después de que contrajera covid-19 y fuera hospitalizado a principios de abril.