“Los registros de impuestos muestran que ‘El Aprendiz’ rescató a Donald J. Trump, dándole nuevas fuentes de dinero y un mito que lo impulsaría hasta la Casa Blanca”, comienza retratando el New York Times en el segundo de sus artículos sobre las finanzas del actual presidente de los Estados Unidos y candidato a la reelección.
“El Aprendiz” fue un show televisivo que se transmitió en el país norteamericano entre 2004 y 2017, encabezado por Trump hasta que asumió la presidencia. Según recuerda el NYT, desde el inicio de la primera temporada, Trump alardeaba a sus televidentes sobre cómo había superado dificultades financieras encabezando su imperio empresarial.
Sin embargo, “su genio, en realidad, no era liderar una compañía, sino hacerse famoso y monetizar esa fama”, resume el medio en la segunda parte de una serie de publicaciones sobre las finanzas del mandatario, quien se ha esforzado por mantenerlas ocultas, rompiendo una tradición que mantienen todos los candidatos presidenciales estadounidense hace más de 40 años.
A pesar de su estatus de multimillonario, Donald Trump sólo pago 750 dólares de impuestos en 2016, cuando fue electo presidente, y otro tanto el año siguiente, gracias a modalidades de optimización fiscal a las que pueden recurrir grandes fortunas y millonarios estadounidenses. Por cerca de 10 años no pagó impuestos federales, reveló en la primera parte de esta serie el NYT.
¿Cómo construyó Trump su imperio?
El presidente estadounidense siempre se vanaglorió de haber hecho fortuna gracias a sus dotes de negociante y a su olfato para el sector inmobiliario, afirmando que “usé mi cerebro y mis habilidades de negociación, y resolví todo. Ahora mi compañía es más grande y fuerte que nunca”.
Las revelaciones de The New York Times muestran una realidad distinta: la de un hombre que sabe, sobre todo, cómo promover su imagen.
En 2002, antes del programa televisivo, habría estado cerca de la bancarrota tras el fracaso de un proyecto de casinos, pero entre 2000 y 2018, ganó 230 millones de dólares por prestar su nombre a hoteles en Azerbaiyán o Turquía, galletitas, vestimenta y colchones.
En su reality show “El aprendiz”, obtuvo 197,3 millones de dólares según el Times, permitiéndole monetizar su apellido y abriendo la puerta a jugosos negocios. Uno de estos sería la cuestionada compañía de marketing multinivel ACN.
“La popularidad de ese alter ego ficticio lo rescató, proveyéndole un salvavidas financiero para reinventarse otra vez”, indica el Times.
Pero las empresas gestionadas directamente por Trump, hoteles, y residencias de lujo como “Mar a Lago” en Florida, inmuebles residenciales o comerciales, clubes de golf o atracciones como una pista de hielo en Central Park, perdieron en igual período 174,5 millones de dólares.
Aunque algunos inmuebles como Trump Tower y Trump World Tower en Nueva York son muy rentables, los terrenos de golf -posee 19 en total, en Miami o Bali, Indonesia-, son un “agujero negro” de pérdidas financieras que le costaron 315 millones de dólares.
Al contrario que su padre, que hizo fortuna alquilando sin demasiados riesgos apartamentos, el presidente se lanzó a sectores complicados de gestionar, destaca Kevin Riordan, profesor de Finanzas y Sector Inmobiliario en la Universidad de Montclair ante la Agence France-Presse.
Los negocios van bien cuando la economía va bien, destaca. Pero Trump, según este experto, “parece muy poco calificado para dirigir (sus negocios) cuando los tiempos son duros”.
El ocupante de la Casa Blanca es, sin embargo, “un excelente agente de ventas”.
¿A cuánto ascienden su fortuna y sus deudas?
Su fortuna fue estimada este mes en 2.500 millones de dólares por la revista Forbes, que precisa que perdió 600 millones de dólares en un año.
La pandemia de covid-19 vació sus edificios de oficinas en Manhattan, y su valor cayó, al igual que el valor de sus hoteles, desiertos con la debacle del turismo y los viajes de negocios.
Todos estos inmuebles pertenecen a la Trump Organization, un conjunto de sociedades gestionadas por dos de sus hijos desde que él es presidente.
La principal fuente de ingresos de esta entidad es el monto pagado por empresas para poder utilizar el nombre Trump. La licencia de su apellido se estima en unos 56 millones de dólares contra 80 millones hace un año, según Forbes.
Donald Trump también está muy endeudado.
Durante la campaña electoral de 2016, se autoproclamaba “el rey de la deuda”.
Sus préstamos y otras deudas personales alcanzan los 421 millones de dólares, según The New York Times, que da cuenta de un préstamo inmobiliario de 100 millones de dólares a pagar antes de 2022.
¿Podrá honrar sus pagos?
La mayoría de los bancos en Estados Unidos dejaron de hacer negocios con él desde una serie de quiebras a inicios de los años 1990. Deutsche Bank es una excepción.
El estado de sus finanzas podría desmejorar, estima el Times, si perdiera un diferendo en curso con el fisco estadounidense.
¿Cómo pudo pagar tan pocos impuestos?
El presidente utilizó mecanismos que permiten deducir diferentes pagos a título de gastos profesionales. Por ejemplo, sustrajo de sus ingresos gravables gastos para ropa de casa, platería, mantenimiento de jardines e incluso visitas al peluquero.
También obtuvo créditos fiscales.
Pero su estrategia es, sobre todo, invertir en negocios, como lujosos clubes de golf, que pierden dinero, lo cual le permite declarar pérdidas y así compensar sus ganancias.
“Una de las maniobras de Donald Trump para evitar pagar impuestos era inscribir sus gastos personales como gastos profesionales, incluidos 70.000 dólares de peluquero cuando participaba en ‘El aprendiz”, explicó Frank Clemente, de la ONG Americans for Tax Fairness.
“El sector inmobiliario logró beneficiarse de los vacíos (legales) más que ningún otro (sector) en Estados Unidos”, añadió.
La ley impositiva estadounidense permite a los dirigentes de empresas reportar sus pérdidas para reducir sus impuestos los años siguientes.
También permite a las empresas inmobiliarias utilizar sus pérdidas en el rubro para compensar el pago de impuestos por ingresos en otros sectores de actividad.
Las revelaciones del Times despiertan interrogantes sobre la legalidad de algunas prácticas, como deducciones de gastos por 747.622 dólares pagados por Trump Organization a la firma de consultores codirigida por Ivanka Trump, hija del presidente.
La justicia neoyorquina investiga el caso.