El presidente Donald Trump eligió a la jueza Amy Coney Barrett para suceder a Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema de Estados Unidos, informaron el viernes los principales medios estadounidenses citando fuentes republicanas allegadas al tema.
El mandatario debe anunciar oficialmente el sábado la nominación de esta jueza conservadora de 48 años, indicaron.
Barrett reemplazaría a la progresista “RBG”, un ícono feminista, que murió la semana pasada de cáncer, una decisión controvertida a menos de 40 días de las elecciones presidenciales.
Los opositores demócratas, encabezados por el aspirante a la Casa Blanca, Joe Biden, han exigido que los republicanos no llenen la vacante hasta después de los comicios del 3 de noviembre, cuando se sabrá si Trump es reelegido para un segundo mandato.
Trump, que ya nombró dos jueces a la Corte Suprema durante su mandato, se apresuró a iniciar el proceso para ocupar el asiento de Ginsburg y consolidar así una mayoría conservadora para las próximas décadas en el máximo tribunal, que toma decisiones cruciales para la sociedad estadounidense.
Con mayoría republicana en el Senado, la confirmación del nombramiento debería ser una mera formalidad, y así la Corte contaría con seis jueces conservadores entre sus nueve magistrados.
Consultado sobre el tema, Trump, de gira por varios estados, respondió: “No he dicho que fuera ella, pero es extraordinaria”.
Los cinco candidatos “son geniales”, declaró a periodistas antes de abordar el Air Force One el viernes por la tarde.
¿Ya tomó una decisión? “En mi cabeza, sí”, dijo.
La elección de jueza Barrett
La elección de Barrett, católica practicante, madre de siete hijos y que se opone por convicción personal al aborto, podría impulsar al electorado religioso conservador del que Trump dependió en gran medida hace cuatro años.
Pero fuentes republicanas citadas en medios estadounidenses no descartan un “cambio de última hora” por parte del presidente.
“Hasta donde sabemos, no ha hablado con otros candidatos”, especifica sin embargo el New York Times.
La otra señalada como favorita, Bárbara Lagoa, nacida en Florida hace 52 años de padres que huyeron del régimen comunista de Fidel Castro, podría ser un activo político de peso en ese estado sureño potencialmente decisivo para la reelección de Trump.
Trump dijo a periodistas que durante su escala en Florida más temprano no se había reunido con Lagoa, a quien ha descrito antes como una “mujer maravillosa” e “hispana”.
La confirmación en el Senado requiere de una mayoría simple. Y a pesar de las protestas demócratas, todo indica que la votación será antes de los comicios.
“Ciertamente lo haremos este año”, dijo el líder republicano del Senado, Mitch McConnell.