Donald Trump dijo este sábado que tiene la “obligación” de designar “sin demoras” un nuevo juez para la Corte Suprema, tras el fallecimiento de la magistrada Ruth Bader Ginsburg.
Nombrar a los magistrados del alto tribunal es “la decisión más importante” por la que se elige a un presidente, tuiteó Trump, en momentos en que la oposición demócrata pide que no ejerza esa atribución antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
La Constitución de Estados Unidos otorga al presidente la potestad de designar a los magistrados de la Suprema, de nueve integrantes con cargos vitalicios, y que deben contar además con la anuencia del Senado.
El partido Republicano del presidente Trump ostenta en el Senado una mayoría de 53 bancas sobre 100, y el líder de su bancada, Mitch McConnell, ya dijo que organizaría una votación si el presidente hacía una nominación para llenar la vacante dejada por Ginsburg.
Sin embargo, McConnell se negó a realizar en 2016 una audiencia con un candidato designado por el entonces presidente Barack Obama, alegando que esa decisión no debería tomarse en plena campaña electoral.
Algunos legisladores republicanos moderados, podrían sentirse cómodos con este cambio de opinión, por lo que la lucha por convencerlos debería ser feroz.
Los demócratas quieren evitar a toda costa que Trump designe un nuevo juez -sería el tercero en su mandato- a la Corte Suprema, que decide sobre los grandes temas de la sociedad estadounidense, tornándola más conservadora.