La segunda jornada de la Convención Nacional Republicana trascurrió este martes bajo el lema “Tierra de Oportunidad”, en la que el gobernante y candidato presidencial, en un evidente acto de campaña, participó en la jura de nacionalidad estadounidense de cinco inmigrantes, dos hombres de Bolivia y Ghana y tres mujeres del Líbano, India y Sudán. Es algo nunca visto en una convención del partido.
En medio del evento, el gobernante destacó que los nuevos ciudadanos estadounidenses “siguieron las reglas” y “obedecieron las leyes”, en una ceremonia poco habitual que fue transmitida durante la Convención, que además tuvo como ingrediente especial la participación de la primera dama, Melania Trump, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, como principales oradores.
“Siguieron las reglas, obedecieron las leyes, aprendieron la historia, abrazaron nuestros valores y demostraron que son hombres y mujeres de la más alta integridad”, afirmó Trump tras la jura, constató la Deutsche Welle.
Como en la primera jornada, el mandatario aprovechó su púlpito para actos eminentemente partidistas que han provocado las críticas por parte de la oposición demócrata por ser inapropiado y de dudosa legalidad.
El presidente, que ha tratado de disminuir de forma drástica la migración irregular y también la legal, felicitó a los nuevos ciudadanos y se dirigió a ellos uno a uno, contando su historia y sus méritos.
Su legalidad es cuestionada por cuanto vulneraría la ley Hatch, que busca impedir que funcionarios federales hagan uso de sus actos oficiales para hacer campaña. Si bien el presidente y vicepresidente son inmunes a ésta, constata CNN, el secretario de Seguridad Interior Chad Wolf -quien también estuvo presente- no lo es.
Melania, única en destacar la pandemia
Durante su intervención, Melania Trump, reconoció que la pandemia cambió “drásticamente” las vidas de los estadounidenses y les generó mucha ansiedad, en un contraste con el mensaje triunfalista de otras figuras que hablaron en la convención republicana. Además de ella, sólo el asesor Larry Kudlow la mencionó superficialmente, haciendo referencia a su efecto en la economía.
En su discurso, desde la recién renovada Rosaleda de la Casa Blanca, Melania Trump, también reflexionó sobre el racismo en el país y admitió que “la dura realidad es que no estamos orgullosos de algunas partes de la historia” de Estados Unidos.
Comentó, también, la agitación racial que vive el país, con olas de protestas ante los repetidos casos de brutalidad policial contra ciudadanos afroamericanos.
“Es una realidad dura. No estamos orgullosos de partes de nuestra historia. Animo a la gente a centrarse en nuestro futuro, mientras todavía aprendemos de nuestro pasado”, subrayó.
Las palabras de Melania Trump supusieron un marcado contraste respecto al tono de los oradores precedentes, tanto este martes como el lunes con continuos advertencias sobre el fin del sueño americano y la llegada del socialismo opresor si el candidato, Joe Biden, logra la victoria en las elecciones de noviembre.
“EE.UU. nunca será país socialista”
En esa línea se expresó la copresidenta de Latinos por Trump, Jeanette Núñez, quien pidió este martes el voto para el actual presidente porque “Estados Unidos nunca será un país socialista”, al defender su resolución para “confrontar a los tiranos” en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Igualmente, Larry Kudlow, el principal asesor económico de la Casa Blanca, apuntó que el país vive “un boom” al referirse a la pandemia como si fuera algo ya pasado, pese a que el país registra el mayor número de contagios en el mundo por COVID, con más de 5,6 millones.
Kudlow dibujó una dicotomía marcada: ¿Quieren una economía saludable, próspera y optimista. O volver a los días oscuros del estancamiento y la recesión? (…) Quédense con el presidente Trump”, se respondió.
Otro de los momentos más controvertidos fue la intervención de Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU, quien se encontraba en Israel de viaje de trabajo y habló desde Jerusalén, ciudad que el presidente Trump reconoció como capital israelí en 2017.
Pompeo quebraba asimismo la tradición que dejaba fuera de las convenciones al secretario de Estado del momento, en deferencia a las obligaciones que conlleva la jefatura de la diplomacia estadounidense.
“El presidente trasladó la embajada de EEUU a esta misma ciudad de Dios, Jerusalén, la capital legítima de la patria judía. Y el presidente negoció un histórico acuerdo de paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, sobre el que nuestros nietos leerán en sus libros de historia”, subrayó.
Finalmente, otro punto que alzó cejas fue la intervención de la exfiscal general de Florida, Pam Bondi, quien destacó los “peligros del nepotismo”, en una jornada marcada por presentaciones de la esposa, el hijo y la hija del presidente.
Su familia le “humaniza”
Radio Francia Internacional destacó que Melania Trump reconoció que su esposo “no es un político ordinario”. La primera dama describió a su marido como un hombre cuya principal preocupación era defender su país: “Donald quiere que sus familias estén a salvo, no quiere nada más que la prosperidad de este país, y no pierde el tiempo en política”, enfatizó.
Eric Trump, uno de los cinco hijos del presidente, también lo retrató como un firme defensor del pueblo estadounidense. “El espíritu estadounidense derrotó al fascismo y al comunismo y en 68 días derrotará las opiniones vacías, opresivas y radicales de la extrema izquierda”, prometió Eric Trump, de 36 años.
Su hermana Tiffany también rindió homenaje a su padre. “Un voto por mi padre es un voto para defender nuestros ideales estadounidenses”, remarcó la joven de 26 años.
Cada miembro de la familia denunció la forma en que la prensa retrató al presidente, negando que Donald Trump sea el hombre que los medios describen.
“Ha defendido nuestra libertad religiosa, ha apoyado a aliados democráticos como Colombia y ha demostrado una determinación inquebrantable al enfrentarse a tiranos en países como Venezuela, Cuba, China y Nicaragua”, dijo por su parte la vicegobernadora de Florida, Jeanette Nuñez, hija de cubanos que escaparon de la revolución de Fidel Castro. Omitió, sin embargo, sus cuestionadas relaciones con Corea del Norte, Turquía, Egipto y Arabia Saudita.
“¡Unámonos a nuestro presidente en su promesa de que Estados Unidos nunca será un país socialista!”, exclamó.
La tercera jornada
Este miércoles será el turno del vicepresidente, Mike Pence, quien encabezará la tercera noche de la convención desde el fuerte McHenry en Baltimore (Maryland), conocido por ser la sede de una batalla que en 1812 inspiró la composición del himno nacional de Estados Unidos.
Y el gran discurso final, el de aceptación formal de la candidatura para ser reelegido, será pronunciado por el propio Trump en directo el jueves 27 desde la Casa Blanca. Mientras, el actual mandatario se mantiene 7,6 puntos porcentuales en promedio por debajo de Biden en las encuestas.