El ciclón Isaías fue degradado a tormenta tropical luego de azotar este sábado el archipiélago caribeño de las Bahamas, pero se espera que vuelva a ganar intensidad de huracán antes de llegar a Florida, un estado duramente golpeado por la pandemia en el sureste de Estados Unidos.
El “irregular ojo de Isaías” atravesó la mañana del sábado la isla Andros, la mayor de Bahamas, y se encaminaba hacia Florida amenazando con descargar 200 mm de lluvias y producir marejadas de hasta 1,2 metros.
Hasta las 21:00 GMT, la degradada tormenta soplaba con vientos máximos sostenidos de 110 km/hora y se encontraba a 185 Km al sureste de Fort Lauderdale, acercándose a 17 km/hora.
Pero volverá a fortalecerse, advirtió el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami. “Se espera que vuelva a ganar fuerza de huracán esta noche (sábado)”, escribió.
El área ya recibía los primeros embates de la tormenta la tarde del sábado, y el presidente Donald Trump firmó una declaración de emergencia para Florida para facilitar ayuda federal.
“Comenzaremos a sentir los impactos de la tormenta esta noche y luego obviamente mañana, hasta mañana de noche”, dijo el gobernador, Ron DeSantis.
Entretanto, en Bahamas, el vicedirector del Departamento de Meteorología, Jeffrey Simmons, dijo al diario local Nassau Guardian que “la peor parte” de Isaías había caído sobre Nueva Providencia, la isla más poblada.
Por el momento, Bahamas reportaba postes caídos y cortes de electricidad.
Isaías fue el primer huracán que pasa por Bahamas desde que Dorian, de categoría 5, destruyera el año pasado dos de sus islas al estacionarse despiadadamente por tres días sobre el archipiélago.
Puerto Rico registró este sábado un fallecido por Isaías, que azotó la isla caribeña el jueves causando severas inundaciones.
La oficina local de manejo de emergencias (NMEAD) informó que había hallado el cadáver de una mujer de 56 años que había sido dada por desaparecida cuando los vecinos vieron su coche desaparecer en una riada en el oeste de Puerto Rico.
“En la era de covid”
Entretanto, en el sur de Florida, se comenzaban a sentir las primeras bandas de Isaías en momentos en que el estado lidia con la emergencia de la pandemia.
El NHC mantuvo la advertencia de huracán para la costa oriental de Florida, desde Boca Ratón hasta la zona de Daytona Beach.
El condado de Palm Beach, 120 Km al norte de Miami, emitió órdenes de evacuación para los habitantes de casas vulnerables.
Los residentes de Florida se apresuraron a comprar víveres y algunos comerciantes tapiaron sus puertas y ventanas aún a pesar de que no se espera un golpe demasiado fuerte para los avezados floridanos, acostumbrados a ciclones mayores.
“Siempre hay que prepararse, por las dudas, porque nunca se sabe”, dijo a la AFP Jason Woodall, de 44 años, mientras tapiaba la entrada de un comercio en la ciudad de Miami.
Recordando el huracán Michael, que pasó de ser un huracán menor a uno de categoría 5 -la mayor en la escala- pocas horas antes de golpear el noreste de Florida en 2018, añadió: “Siempre se puede fortalecer. ¿Te acuerdas el de hace un par de años?”.
Si bien el gobernador no ordenó evacuaciones masivas -que serían difíciles de implementar en medio de la pandemia-, sí dijo que los hospitales podrían verse en la necesidad de trasladar a algunos pacientes, dependiendo de los cortes de luz y las inundaciones.
“En la era de covid”, dijo, es mejor “resguardarse que enviar a la gente a la calle”, a menos que la situación sea lo suficientemente amenazante que amerite buscar refugio.
Aunque es una amenaza menor, Isaías es como un test de cómo podría funcionar una emergencia de este tipo en medio de la crisis de coronavirus.
El estado es el segundo más afectado por la pandemia después de California. Sus hospitales están desbordados y el sábado sumó 179 muertos por coronavirus en 24 horas, para un total de 7.022 fallecidos y 480.028 contagiados.
Los centros de pruebas de covid-19 en Florida fueron cerrados el jueves hasta nuevo aviso, puesto que son estructuras de campaña que no pueden resistir fuertes vientos.