En su libro “The Room Where It Happened”, a publicarse el martes, John Bolton, exasesor de seguridad nacional de Donald Trump, retrata a un presidente mal aconsejado, fascinado por los autócratas y obsesionado con su reelección, incluso a riesgo de poner en peligro a Estados Unidos.
A continuación cinco pasajes clave, según extractos publicados en la prensa.
Todo por la reelección
“Tengo problemas para encontrar una sola decisión importante de Trump, durante el tiempo que ocupé mis funciones, que no fuera guiada por un cálculo reeleccionista”, escribe Bolton, quien acusa al magnate de confundir “su propios intereses políticos y el interés nacional”.
Y da un ejemplo abrumador: al margen de la cumbre del G-20 en Osaka, en junio de 2019, Trump “sorprendentemente dirigió la conversación” con su par chinco Xi Jinping a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, rogándole que lo ayudara a ganar aumentando las compras agrícolas chinas.
“Básicamente inaceptable”
Para Bolton, esto confirma “un comportamiento básicamente inaceptable que erosiona la legitimidad de la presidencia”. Peor aún, sugiere que había buenas razones para destituir a Trump, más allá del caso ucraniano que condujo a su absolución.
Si los demócratas “se hubieran tomado el tiempo de investigar el comportamiento de Trump de manera más sistemática en todo el espectro de su política exterior, el resultado de la acusación podría haber sido muy diferente”, escribió.
Coqueteando con los autócratas
Según el libro, hasta la llegada del coronavirus, Trump nunca ahorró elogios hacia Xi Jinping. “Has sido el mejor líder chino en 300 años” le dijo a Xi, según Bolton.
Este coqueteo con un rival considerado por su propio campo como un autócrata se suma, según el exasesor, a un marcado desinterés por la defensa de los derechos humanos.
También en junio de 2019, “Xi le explicó a Trump por qué estaba construyendo campos de concentración en Xinjiang” para internar a musulmanes uigures. Trump aceptó sus argumentos, sostiene Bolton.
El presidente ataca por otra parte a los periodistas con especial virulencia. “Merecen ser ejecutados. Son basura”, dice el libro que llegó a afirmar Trump.
Sin norte
Bolton describe a un Trump obsesionado por trivialidades y sin estrategia de largo plazo.
Mientras el acercamiento con Corea del Norte perdía terreno tras la cumbre de 2018 con Kim Jong Un, Trump estaba preocupado por regalarle al líder norcoreano un CD con la canción “Rocket Man” (Hombre cohete), autografiada por Elton John, aludiendo al apodo que él mismo le colocó a Kim en el momento más crítico de las relaciones bilaterales.
Trump ha dado muestras de escasa cultura general, como cuando preguntó si Finlandia seguía siendo “un satélite de Rusia” o cuando pareció ignorar la condición de potencia nuclear de Reino Unido.
Criticado por la espalda
Algunos de sus principales colaboradores suelen deshacerse en alabanzas al presidente de manera pública pero criticarlo por la espalda, asegura el exasesor.
Ese sería el caso del secretario de Estado, Mike Pompeo. En medio de la cumbre con Kim, el jefe de la diplomacia estadounidense le pasó a Bolton un mensaje referido a Trump: “Solo dice mentiras”.
Otro ejemplo: cuando John Kelly era el jefe de gabinete de Trump, estaba preocupado por lo que le sucedería al país si “con su forma de tomar decisiones se produjera una crisis como la del 11 de septiembre” de 2001.