Manifestantes marchan este lunes en Atlanta hacia el capitolio estatal, luego de que la muerte de un hombre negro a manos de un policía blanco desencadenara nuevas protestas contra el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos.
La fiscalía del estado de Georgia informó que está considerando inculpar al policía que disparó a Rayshard Brooks, de 27 años, en el estacionamiento de un restaurante Wendy’s en Atlanta el viernes por la noche.
“Si ese disparo se realizó por alguna razón distinta a salvar la vida de un oficial o prevenir un daño hacia él mismo o a terceros, entonces el tiroteo no se justifica legalmente”, dijo el fiscal del condado de Fulton, Paul Howard.
El oficial responsable del tiroteo, Garrett Rolfe, fue despedido y la jefa de la policía de Atlanta renunció tras el incidente, que ocurre solo dos semanas y media después de la muerte de George Floyd, un hombre negro que falleció asfixiado bajo la rodilla de un policía blanco en Minneapolis.
La muerte de Floyd el 25 de mayo desató una ola de protestas contra el racismo sistémico en todo Estados Unidos y numerosos llamados a una reforma policial profunda.
Stacey Abrams, una excandidata demócrata a la gobernación de Georgia considerada como una posible compañera de fórmula del demócrata Joe Biden en la elección presidencial de noviembre, dijo que la muerte de Brooks fue un “asesinato”.
“La decisión de dispararle en la espalda fue hecha tal vez por impaciencia, frustración o pánico, pero ninguna de ellas justificaba el uso de fuerza mortal“, dijo Abrams al canal de noticias CNN. “Fue un asesinato”.
Tomika Miller, la esposa de Brooks, dijo al canal CBS que tanto Rolfe como el otro oficial que estaba con él deberían ir a prisión.
“Si mi marido les hubiese disparado a ellos, él ya estaría en prisión”, dijo Miller. “Estaría cumpliendo cadena perpetua”.
Brooks recibió el tiro por la espalda cuando escapaba de la policía, luego de una refriega con ellos que fue capturada en cámaras de vigilancia.
La autopsia indicó que falleció de dos tiros de bala en la espalda.
“Estamos hartos de que nos maten”
Cientos de manifestantes salieron a las calles de Atlanta el lunes por la mañana para marchar al capitolio, convocados por el sección de Georgia de la mayor organización del país de defensa de los derechos de los afroestadounidenses, la NAACP.
“Estamos hartos de que nos maten”, escribió la NAACP en un comunicado.
“La NAACP de Georgia utilizará su derecho constitucional a la reunión para exigir a los legisladores estatales que atiendan nuestras demandas legales y garanticen una reforma de la justicia penal (…) y pongan fin a la violencia policial hacia nuestras comunidades”.
Se esperaba que Lloyd Pierce, entrenador de los Atlanta Hawks de la NBA, hablara a la multitud frente al capitolio, donde la legislatura de Georgia se reunía en sesión por primera vez desde que comenzó la pandemia del coronavirus.
Floyd, de 46 años, murió cuando un policía blanco se arrodilló sobre su cuello durante casi nueve minutos. El incidente provocó una oleada de disturbios civiles de una magnitud que Estados Unidos no vivía desde el asesinato en 1968 del activista por los derechos civiles Martin Luther King Jr.
La reforma policial ha sido una de las demandas más persistentes de los manifestantes, que han tomado las calles de las ciudades estadounidenses.
La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, anunció el lunes que estableció un grupo de trabajo destinado a revisar el uso de la fuerza por parte de la policía.
El objetivo será “crear políticas mejores y mejorar la capacitación de nuestros oficiales, para que puedan abordar las situaciones de manera adecuada y sean capaces de evitar cualquier uso excesivo de la fuerza”, dijo Lightfoot.
En California, los sindicatos de policías en San José, San Francisco y Los Ángeles condenaron la muerte de Floyd y prometieron reformar sus políticas respecto del uso de la fuerza, así como sacar de las calles a los agentes racistas.
‘Desfinanciar la policía’
Algunos activistas de izquierda están utilizando como eslógan el concepto de “desfinanciar la policía”, algo que el presidente Donald Trump usó rápidamente para atacar a su rival demócrata para la Casa Blanca, Joe Biden.
Biden, de su lado, ha intentado distanciar al partido Demócrata de este movimiento y, en cambio, ha abogado por aumentar la financiación para la vigilancia comunitaria.
La muerte de Brooks ocurrió cuando la policía respondió a una queja porque el hombre estaba dormido en su coche y bloqueaba la entrada del estacionamiento del Wendy’s, un restaurante de comida rápida.
La prueba de alcoholemia mostró que Brooks había bebido, y cuando la policía intentó arrestarlo, el joven se resistió y comenzó una refriega.
Las imágenes del incidente, difundidas el domingo por la policía, muestran una pelea entre los agentes y Brooks, quien logra apoderarse de la pistola Taser (arma inmovilizadora) de uno de los oficiales y se escapa.
Pero mientras la policía sostiene que “Brooks se volvió y apuntó con el Taser al oficial que utilizó su arma”, las imágenes parecen mostrar que el hombre le da la espalda al policía cuando éste dispara y lo hiere.
La sucursal de Wendy’s donde falleció Brooks, quien deja a cuatro huérfanos, fue incendiada por los manifestantes el sábado.