El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, participó este martes en el funeral de George Floyd, el ciudadano negro que falleció a manos de la policía y cuyo deceso ha reavivado las protestas contra la brutalidad de los agentes y el racismo en Estados Unidos.

Mediante un mensaje grabado, Biden aseguró que ha llegado “el momento de la justicia racial en el país”.

En la ceremonia, que estuvo marcada por numerosos discursos, Biden criticó “los abusos sistemáticos que siguen plagando la vida de los estadounidenses”. Sus palabras, intercaladas con citas de la Biblia, apuntaron a poner énfasis en el dolor de las familias negras que pierden a sus familiares por culpa de la violencia.

“Podemos curar las heridas de esta nación y recordar sus dolores”, sostuvo el exvicepresidente.

Su discurso fue recibido con aplausos por quienes asistieron a la ceremonia, que tuvo lugar en la iglesia The Fountain of Praise, en Houston. El velatorio en la ciudad natal de este afroestadounidense fallecido a los 46 años fue el cierre de una serie de ceremonias antes del entierro del martes. Floyd tendrá su descanso eterno en el suburbio de Pearland, junto a su madre.

A estos servicios fúnebres privados asistieron unas 500 personas por estricta invitación de la familia, una cuarta parte del aforo de la iglesia debido a la pandemia del coronavirus.

“Ha unido al país”

Antes del velatorio y del entierro, miles de personas hicieron fila para despedirse de Floyd. La emoción era visible a pesar de las mascarillas que cubrían los rostros de quienes se acercaron a dar el último adiós a la víctima y reivindicar la lucha de la comunidad negra. Algunos se persignaban, otros se arrodillaban y muchos inclinaban la cabeza en señal de recogimiento.

“Nos está uniendo como país”, dijo Kevin Sherrod, de 41 años. “Esto es un momento especial en la historia y recordarán que fueron parte”, agregó, acompañado por su esposa y dos hijos.

Algunos de los presentes vestían camisetas impresas con la frase “No puedo respirar”, las últimas palabras pronunciadas por Floyd. Otros levantaban el puño, un símbolo de poder negro y solidaridad, sobre el ataúd.

Biden, en tanto, se había reunido antes de la ceremonia con la familia de Floyd. “Sintió su dolor y compartió su aflicción”, dijo Benjamin Crump, el abogado de la familia, destacando “el enorme sentido” de esa compasión.