Estados Unidos condenó el lunes la exclusión de Taiwán de la asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), máximo órgano de esta agencia de la ONU, y dijo que esto demostró que su director general estaba complaciendo a China.
En la cita anual de la OMS, virtual por primera vez por la pandemia del coronavirus, los estados miembros pospusieron para el año próximo la discusión sobre si otorgar el estatus de observador a Taiwán, que Pekín considera parte de su territorio y busca excluir de todas las organizaciones internacionales.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo que el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien ha sido duramente criticado por el gobierno de Donald Trump, “tenía todas las potestades legales y precedentes” para incluir a Taiwán en la cita, de la que no es observador desde 2016.
“Sin embargo, decidió no invitar a Taiwán bajo la presión de la República Popular de China (RPC)”, dijo Pompeo en un comunicado.
“La falta de independencia del director general priva a la Asamblea de la reconocida experiencia científica de Taiwán en la enfermedad pandémica y daña aún más la credibilidad y efectividad de la OMS en un momento en que el mundo más lo necesita”, añadió.
Taiwán ha tenido un éxito notable en la lucha contra la COVID-19, con solo siete muertes y unas 400 infecciones a pesar de su proximidad y sus estrechos vínculos comerciales con China continental, donde la enfermedad fue reportada por primera vez a fines del año pasado.
“La acción rencorosa de la RPC para silenciar a Taiwán expone el vacío de sus reclamos de querer transparencia y cooperación internacional para combatir la pandemia, y hace que la diferencia entre China y Taiwán sea aún más marcada”, dijo Pompeo.
“Taiwán es un ciudadano mundial modelo, mientras que China continúa reteniendo información vital sobre el virus y sus orígenes”, siguió.
Trump ha acusado a la OMS de no hacer sonar una alarma lo suficientemente temprano sobre el brote epidémico y de aceptar ciegamente la palabra de China después de que el virus fuera identificado en la ciudad de Wuhan.
Los críticos dicen que Trump, quien antes había alabado la respuesta de China, está tratando de desviar la atención de su propio manejo de la pandemia en Estados Unidos, país que ha sufrido la mayor cantidad de muertes y contagios.