El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, fue ingresado a cuidados intensivos en un hospital la tarde de este lunes, debido al contagio de Covid-19 que le afecta desde hace 11 días.
“Durante la tarde, la salud del primer ministro se deterioró y, por consejo de su equipo médico, fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos del hospital,” afirmó un portavoz del gobierno británico.
Johnson “ha pedido al ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, (…) que lo reemplace en lo que sea necesario”, agregaron desde Downing Street.
La noticia conmocionó al país, después de que durante todo el día su ejecutivo hubiese dicho y repetido que “seguía al mando”.
Son “noticias terriblemente tristes”, reaccionó el recientemente elegido nuevo líder de la oposición laborista, Keir Starmer, asegurando que “los pensamientos de todo el país están con el primer ministro y su familia en estos tiempos increíblemente difíciles”.
Johnson anunció el 27 de marzo que había dado positivo al Covid-19 y permanecería siete días en aislamiento en su apartamento de Downing Street, a cuya puerta le dejaban comidas y papeles.
Continuó encabezando reuniones por videoconferencia y muchos achacaban el lunes a esta falta de reposo el hecho de que una semana y media después siguiera teniendo fiebre y su médico decidiera ingresarlo para someterlo a unas pruebas como “precaución”.
Pasó una primera “noche tranquila” pero estaba “bajo observación”, había explicado Downing Street.
Mientras en Italia y España la pandemia empezó a dar signos de una ligera remisión, el Reino Unido se está convirtiendo en el nuevo punto candente en Europa.
El lunes el país superó los 5.000 fallecidos, con 439 nuevas víctimas mortales en 24 horas. Y aunque el número de muertes diarias retrocedió por segundo día consecutivo -tras 621 el domingo y 708 el sábado- la mortalidad batió récord tras récord la semana pasada y los expertos advierten contra un optimismo anticipado.
En este contexto, Raab ya había empezado a llenar el lunes el vacío dejado por Johnson: presidió la reunión diaria sobre la crisis y condujo una rueda de prensa en que debió responder a numerosos preguntas sobre la capacidad del primer ministro para seguir trabajando.
“Sigue al mando pero continuará escuchando el consejo de los médicos sobre qué hacer”, dijo, reconociendo que no había hablado con él desde el sábado.