El fiscal general de Estados Unidos, Bill Barr, acusó el jueves al presidente Donald Trump de obstaculizar el trabajo del Departamento de Justicia, diciendo que los tuits del mandatario le estaban volviendo “imposible” cumplir con su misión.
“Tengo un problema con algunos de los tuits”, dijo Barr en una entrevista con ABC News, y agregó: “No puedo hacer mi trabajo aquí en el departamento con un comentario de fondo constante que me debilita”.
“Creo que es hora de dejar de tuitear sobre casos penales del Departamento de Justicia”, dijo.
Barr debe testificar ante el Congreso el próximo mes en medio de acusaciones de que decidió, supuestamente presionado por Trump, desautorizar a sus propios fiscales y buscar una sentencia más leve para el consultor político republicano Roger Stone.
Cuatro fiscales del Departamento de Justicia renunciaron al caso esta semana en aparente protesta contra la interferencia política del presidente.
Trump ha negado que sus tuits sobre el caso Stone, en los que ataca la dura sentencia original de 87 a 108 meses de prisión recomendada para Stone y apoya a Barr después de que la sentencia se redujera en más de la mitad, supongan una injerencia política.
Consultado sobre si había hablado con Trump sobre las recomendaciones en el caso Stone, Barr respondió: “Nunca”.
“Estoy feliz de decir que, de hecho, el presidente nunca me ha pedido que haga nada en un caso penal”, aseguró.
A la pregunta de si estaba preparado para las repercusiones que puede haber por hablar en contra de Trump, Barr respondió: “Por supuesto”.
“No voy a ser intimidado o influenciado por nadie”, dijo, “ya sea el Congreso, los consejos editoriales de los periódicos o el presidente, voy a hacer lo que creo que es correcto”.