Tras semanas de tensos y en ocasiones confusos intercambios, llega el cara a cara: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibe este miércoles en la Casa Blanca a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, para hablar de Siria, de la suerte de los prisioneros yihadistas e incluso de la OTAN.
La conferencia de prensa conjunta de los dos mandatarios, prevista para el comienzo de la tarde, se espera sea sustanciosa y colorida. Más aún cuando coincide con otro evento clave en Washington: las primeras audiencias públicas en el Congreso de la investigación que busca una eventual destitución de Trump.
El inquilino de la Casa Blanca se enorgullece de saber negociar con dirigentes autoritarios. Pero sus tratos con Erdogan en las últimas semanas han sido, cuando menos, caóticos, suscitando preguntas sobre su estrategia en Siria.
Tras el anuncio de Trump del retiro de las tropas estadounidenses desplegadas en el noreste de Siria, Ankara lanzó el 9 de octubre una ofensiva militar contra las fuerzas kurdas aliadas de la coalición internacional que lucha contra el yihadismo. “No seas un tipo duro. No seas tonto”, le dijo Trump en una sorprendente carta a su homólogo turco tras el lanzamiento del operativo.
Fuertemente criticado, incluso en su propio campo, luego endureció su posición y amenazó con “destruir” la economía turca y autorizó sanciones contra Ankara, que fueron levantadas tras un acuerdo alcanzado a mediados de octubre.
Las reticencias de Trump y la ofensiva turca generaron también tensiones en el seno de la OTAN -de la que Turquía es miembro-, que teme un resurgimiento del grupo yihadista Estado Islámico.