El presidente de Estados Unidos Donald Trump, hizo una pausa en su enfrentamiento comercial con China y anunció este viernes un acuerdo comercial parcial entre Washington y Pekín.
“Llegamos a un acuerdo muy sustancial de fase uno”, dijo Trump a la prensa tras reunirse con Liu He, el jefe negociador chino. Además, según Bloomberg, Trump adelantó que podría firmarse el tratado con el mandatario chino, Xi Jinping, en la cumbre APEC a celebrarse en noviembre en Chile.
Fase uno
Según Trump, esa fase uno incluye la propiedad intelectual, los servicios financieros y la tasa de cambio y dijo que esperaba firmar el acuerdo en las próximas semanas con el líder chino Xi Jinping.
Los detalles divulgados fueron escasos pero lo que se informó parece dar margen a que ambas partes canten victoria, eviten un aumento de la guerra comercial que perturba al mundo entero y se den más tiempo para discutir los puntos más difíciles.
El negociador chino dijo que hubo un “progreso sustancial en muchos campos”. “Estamos contentos”, dijo Liu He, afirmando que las conversaciones continúan.
Trump dijo más que temprano que “hay una sensación más cálida” sobre el futuro de las negociaciones mientras que Mnuchin afirmó que lo discutido en Washington desde el jueves fue muy “productivo”
El buen ánimo fue una rápida mejora tras una semana en que ambos gobiernos parecieron haberse adentrado en un callejón sin salida Washington atacó a Pekin por asuntos políticos vinculados a los derechos humanos y a la persecución étnica en Xinpiang.
Aunque tal vez no fue tan amplio, el acuerdo es una especie de bálsamo para Trump cuyo mandato está acechado por la amenaza de un juicio de destitución.
Trump enfrenta además críticas de republicanos y demócratas por permitir una intervención turca contra sus aliados kurdos en el noreste de Siria.
Wall Street operó en alza durante toda la jornada debido al optimismo que emanaba de Washington pero luego redujo en algo las ganancias porque el acuerdo no fue demasiado extenso.
Desde que empezó el choque con China el año pasado, varios momentos de aparente acercamiento quedaron en la nada y dieron lugar a un mayor deterioro de las relaciones entre Washington y Pekín.
Durante la noche, entre tanto, autoridades del mercado chino lanzaron un calendario para ir eliminando los límites a la participación extranjera en empresas chinas en 2020. Eso no solo reducirá barreras al capital extranjero, sino que además debería seducir a los inversores en momentos que la economía de China crece menos.
No solo aranceles
El departamento del Tesoro calificó en agosto a China como país manipulador de moneda y acusó a Pekín de manejar el yuan para deslealmente sacar ventajas comerciales.
Sin embargo habrá qué ver hasta dónde se llegará.
Hasta ahora, China se ha rehusado a realizar los cambios profundos que exige Trump porque considera que, de hacerlo, eso podría provocar problemas en el gobernante Partido Comunista.
China Daily, el periódico del Partido Comunista de dicho país, dijo el viernes en un editorial que un acuerdo parcial “es objetivamente más factible y podría ser de interés para ambas partes”.
Entretanto, el gobierno de Trump sigue examinando mecanismos para mantener la presión sobre Pekín más allá de aplicarle aranceles.
Washington acusa a China de intentan dominar la economía mundial mediante gigantescas intervenciones del Estado en los mercados, robo de propiedad intelectual, piratería y subsidios. Esas acusaciones son compartidas por Europa y Japón.
Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca, dijo esta semana que Washington podría aumentar la vigilancia de las compañías chinas que operan en Estados Unidos.