El vicepresidente Mike Pence y el almirante del Comando Sur, Craig Faller, anunciaron el martes en el puerto de Miami el despliegue del buque hospital de la Marina de Estados Unidos para atender la crisis humanitaria que padecen los refugiados venezolanos en Latinoamérica.
“Estamos con ustedes”, dijo Pence en español a un grupo de venezolanos que gritaban “¡Amén!” en el terminal del sur de Florida donde está atracado el USNS Comfort, cuya partida al Caribe y Latinoamérica está prevista para el miércoles en la mañana.
Es la segunda misión que emprende este buque en seis meses para dar asistencia médica a los miles de refugiados venezolanos en la región.
“Las políticas de Nicolás Maduro y su régimen socialista han contraído la economía venezolana”, dijo Pence. “En lo que una vez fue uno de los países más ricos del hemisferio, ahora nueve de cada 10 venezolanos vive en la pobreza”.
“Miles de niños venezolanos están hambrientos y muchos mueren sin atención médica básica”, añadió el vicepresidente, quien después se uniría al presidente Donald Trump en Orlando -370 Km al norte de Miami- para lanzar sus candidaturas a las elecciones de 2020.
Venezuela protagoniza una de las mayores oleadas migratorias y de refugiados del mundo como consecuencia de la prolongada crisis económica y política que vive el país gobernado por Nicolás Maduro.
El gobierno chavista es considerado ilegítimo por la oposición venezolana y por más de 50 países, entre ellos Estados Unidos, que reconocen al líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como el presidente interino de Venezuela.
El almirante del Comando Sur estadounidense, Craig Faller, dijo en conferencia de prensa que la misión de cinco meses del USNS Comfort tiene como objetivo “aliviar el sufrimiento extremo causado por el gobierno venezolano”.
Los dos funcionarios estaban flanqueados por Carlos Vecchio, embajador de Guaidó en Estados Unidos y quien cuenta entre sus gestiones haber conseguido que este país reconozca los pasaportes vencidos de los venezolanos, que sufren entre otras adversidades la carencia de los servicios de identificación.
“La crisis humanitaria que estamos enfrentando es fabricada”, dijo Vecchio. “Maduro ha creado la mayor crisis de refugiados de la región”.
A lo largo de cinco meses, el buque hospital USNS Comfort atracará en Colombia, Costa Rica, Ecuador, Granada, Haití, Jamaica, Panamá, República Dominicana, Santa Lucía y San Cristóbal y Nieves.
Un millón desde noviembre
Los 950 tripulantes y equipos médicos, entre quienes se encuentran voluntarios de Argentina, México, Colombia y Canadá, esperan tratar entre 300 y 500 pacientes por día en los campamentos en tierra y tienen capacidad para conducir 12 cirugías diarias a bordo del buque.
La nave tiene una sala de emergencias con 50 camas, además de salas de hospitalización para 900 personas, un banco de sangre, unidades de radiología y de terapia intensiva, según mostró a un grupo de periodistas -entre ellos AFP- el capitán Kevin Buss.
De acuerdo a la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la crisis venezolana ha forzado la salida del país de 4 millones de personas (más del 10% de su población) en los últimos años.
De ellos 3,3 millones han salido desde 2016. Solamente desde noviembre de 2018, huyó un millón de personas de la insostenible carencia de comida, medicamentos y toda clase de bienes que padecen los venezolanos en el país.