El presidente Donald Trump incluyó este jueves por primera vez a Huawei, una empresa china a la que acusa de amenazar la seguridad de Estados Unidos, con las negociaciones para cerrar la guerra con Pekin.

“Huawei es algo muy peligroso”, dijo Trump a periodistas sobre esa empresa que opera en 170 países y es el segundo mayor fabricante mundial de teléfonos inteligentes.

“Es posible que Huawei esté incluido en un acuerdo comercial. Si tenemos un acuerdo, veo a Huawei incluido de una u otra forma”, dijo.

Trump sumó la semana pasada a Huawei a una lista de entidades sospechosas ante el temor de que utilice sus equipos para espiar para Pekin.

Ante la insistencia de un reportero, Trump se mostró evasivo: “Es muy prematuro decirlo. Estamos muy preocupados por (el riesgo que representa) Huawei desde el punto de vista de la seguridad”.

Hasta el momento, para Washington la controversia sobre Huawei transcurría separadamente de la guerra comercial y sus diplomáticos han tratado durante de convencer a sus aliados y socios comerciales de no trabajar con esa empresa.

El secretario estadounidense de Estados Unidos Mike Pompeo dijo que Huawei ha mentido sobre sus lazos con Pekin.

“Es simplemente falso. Decir que no trabajan con el gobierno chino, es una declaración falsa”, dijo el secretario de Estado Mike Pompeo en la cadena CNBC.

“El director ejecutivo de Huawei (Ren Zhengfei) no dice la verdad al pueblo estadounidense ni al mundo”, añadió y mencionó leyes chinas que obligan a las empresas a colaborar con las autoridades.

Este jueves China anunció que presentó una protesta por el trato estadounidense a Huawei y reclamó “sinceridad” a Washington para seguir con las negociaciones comerciales.

El ministro de Exteriores Wang Yi denunció el “acoso económico” de Estados Unidos. Dijo que Washington quiere “obstaculizar el desarrollo” de China.

El veto a Huawei en Estados Unidos no regirá hasta dentro de 90 días pero muchas empresas prefirieron anticiparse a eventuales problemas ya que la compañía dejaría de acceder a chips fabricados en Estados Unidos que son clave para sus teléfonos.

Efecto dominó

Desde el miércoles grandes operadores telefónicos de Japón y el Reino Unido ya anunciaron que abandonaban por el momento al gigante chino.

El poderoso grupo japonés de la electrónica Panasonic se sumó el jueves a la lista.

El japonés Toshiba dijo que va a “suspender” temporalmente sus suministros a Huawei, mientras procede a las necesarias verificaciones, según un portavoz.

Previamente, también desde Tokio, KDDI y SoftBank Corp postergaron el lanzamiento de nuevos modelos de Huawei para evaluar el impacto de las sanciones estadounidenses, mientras que NTT Docomo frenó “los pedidos” de teléfonos Huawei que tenía previsto lanzar este verano boreal.

En 2018 Huawei ocupaba el quinto lugar en Japón, lejos detrás de Apple pero en fuerte progresión, con ventas de unos 2 millones de unidades (+63% anual) en un mercado total de 31 millones de teléfonos inteligentes, según cifras del MM Research Institute.

En el Reino Unido, los operadores EE y Vodafone excluyeron a los teléfonos inteligentes Huawei 5G de sus pedidos con vista al lanzamiento de sus respectivas redes de quinta generación en los próximas días.

La comercialización de Huawei no se retomará “hasta que tengamos la certeza y la garantía a largo plazo de que los clientes que compran estos productos tendrán apoyo durante toda la duración de vida del aparato que adquirieron con nosotros”, señaló el director general de EE, Marc Allera.

Un portavoz de Vodafone explicó por su parte que se trata de “una medida temporal mientras persista la incertidumbre en torno a los nuevos modelos 5G de Huawei”.

Líder del 5G

Huawei se presenta como el líder indiscutido del 5G, la quinta generación de telefonía móvil que permitirá un acceso ultrarrápido a internet.

Estos anuncios son un varapalo para el gigante chino luego de que Google anunció el domingo que su sistema Android, que equipa a la inmensa mayoría de los teléfonos en el mundo, ya no sería ofrecido a Huawei.

Sin Android, Huawei podría tener muchas dificultades para convencer a

sus clientes de que compren sus teléfonos pues carecerán de las aplicaciones Gmail (correo), Maps (cartografía) o YouTube (plataforma de videos).

“Lo peor sería una ruptura total del acceso a la tecnología estadounidense”, advirtió el gabinete de consultores Eurasia Group, indicando que Huawei “probablemente no sobreviviría en su forma actual”.