La tarde de este lunes, un incendio se desató en la Catedral de Notre Dame, uno de los emblemas históricos y arquitectónicos tanto de París como de Francia.
El siniestro, de hecho, hizo colapsar la aguja del recinto junto con la techumbre.
Producto de lo anterior, la fiscalía francesa ya abrió una investigación para esclarecer las causas del hecho.
Según reportes, no hubo lesionados ni muertos producto de esta emergencia en la estructura cuya construcción comenzó en 1163.
Desde el municipio, la alcaldesa Anne Hidalgo detalló que Bomberos acudió al lugar tras el aviso y que se contactaron con la Diócesis de París, que administra el templo.
La policía, en tanto, llamó a “evitar la zona y facilitar el paso de los vehículos de emergencia”.
Las llamas estarían “potencialmente relacionadas” a los trabajos de renovación en la edificación, motivo por el cual la catedral estaba rodeada de andamios en algunos sectores desde hace algunas semanas.
El fuego se habría iniciado en la parte superior del edificio, que era uno de los monumentos más visitados de Francia. Su última restauración se llevó a cabo en 1871.
El presidente Emmanuel Macron lamentó la tragedia a través de su cuenta de Twitter.
“La emoción de toda una nación. Pensando en todos los católicos y en todos los franceses. Como todos nuestros compatriotas, esta noche estoy triste de ver que esta parte de nosotros arde”, escribió el mandatario.
Más tarde, el inquilino del Elíseo, al frente de la misma catedral -que seguía envuelta en llamas- anunció ante la prensa que Notre Dame será reconstruida.
“La reconstruiremos. Todos juntos. Esto es parte de nuestro destino francés. Estoy comprometido con esto: a partir de mañana se iniciará una suscripción nacional, y mucho más allá de nuestras fronteras”, aseveró.