Este lunes fracasó el intento de Estados Unidos para debilitar una resolución de las Naciones Unidas contra el acoso sexual y la violencia contra la mujer, pese a contar con el respaldo de Rusia, China, India, varios países musulmanes y El Vaticano.

El gobierno de Donald Trump intentó quitar de la resolución, que no es vinculante, alusiones al acceso a servicios de salud reproductiva y abortos seguros, así como el reconocimiento del derecho de las mujeres a decidir sobre su sexualidad.

Francia y Holanda lideraron las negociaciones del borrador, que este año incluyó por primera vez declaraciones sobre combatir el acoso sexual, en respuesta al movimiento #MeToo.

Estados Unidos presentó dos enmiendas al texto, pero fueron rechazadas en votaciones en una comisión de la Asamblea General. Israel, que suele apoyar las mociones estadounidenses en la ONU, votó en contra, al igual que los países europeos.

“Estas enmiendas son hostiles”, dijo el embajador francés, François Delattre.

Courtney Nemroff, representante de Washington, dijo que su gobierno objetaba las referencias al aborto y las descripciones del acoso sexual como violencia, que la legislación estadounidense considera como violencia física.

“No reconocemos el aborto como un método de planificación familiar y tampoco reconocemos el aborto en nuestros servicios de salud reproductiva”, dijo Nemroff.

Un intento similar de Estados Unidos apuntando a la salud reproductiva de niñas, en una resolución sobre casamientos forzados, también fracasó.

Diplomáticos europeos alertaron en privado que Estados Unidos se prepara para una batalla en otros foros de Naciones Unidas para retrotraer derechos de las mujeres.

Cabe mencionar que el año pasado, el gobierno estadounidense dejó sin recursos a un fondo de la ONU que provee ayuda para la planificación familiar y acceso a salud reproductiva en algunos países.