Once personas murieron y seis resultaron heridas cuando un hombre armado abrió fuego este sábado en una sinagoga de Pittsburgh, en el noreste de Estados Unidos, confirmaron las autoridades locales.
“Hubo 11 muertos en el tiroteo”, dijo el director de Seguridad Pública de Pittsburgh, Wendell Hissrich, en una conferencia de prensa, agregando que ningún niño había sido asesinado. “También hubo seis heridos, entre ellos cuatro policías”, agregó.
Medios locales reportaron que el tirador gritó insultos antisemitas durante el ataque en la sinagoga Árbol de la Vida, donde decenas de personas celebraban el shabat judío, y que sucede en momentos en que Estados Unidos es testigo de un fuerte aumento en incidentes contra esta colectividad.
“Es una cosa terrible, terrible lo que está sucediendo con el odio en nuestro país, francamente, y en todo el mundo”, dijo Trump a periodistas antes de partir para una serie de eventos de campaña en Indiana e Illinois.
Múltiples medios identificaron al tirador como Rob Bowers, un residente de Pittsburgh de 46 años cuyas publicaciones en línea estaban repletas de comentarios antisemitas.
“Horrenda brutalidad antisemita”
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su pesar y solidaridad con Estados Unidos, asegurando que estaba “afligido y consternado por el ataque”.
“Todo el pueblo de Israel llora junto a las familias de los muertos”, dijo Netanyahu en un mensaje de video. “Estamos junto a la comunidad judía de Pittsburgh. Estamos con el pueblo estadounidense frente a esta horrenda brutalidad antisemita”.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, denunció por su parte un “ataque antisemita horrible”, mientras su ministra de Relaciones Exteriores Chrystia Freeland, llamó a hacer un “frente común contra todo este odio, esta intolerancia, el antisemitismo y la violencia”.
“Estamos devastados”, tuiteó por su parte Jonathan Greenblatt, director nacional de la Liga Antidifamación (ADL), quien había escrito un artículo de opinión publicado el viernes en el periódico Washington Post denunciando un aumento del antisemitismo en los campus universitarios.
El Departamento de Policía de Nueva York dijo que estaba desplegando equipos de armas pesadas en casas de culto en toda la ciudad en respuesta al ataque de Pittsburgh.
Se trata del último incidente de tiroteo en Estados Unidos, donde las armas de fuego están vinculadas a más de 30.000 muertes anuales.
La sinagoga Árbol de la Vida está aproximadamente ocho kilómetros al este del centro de Pittsburgh, en el vecindario residencial de Squirrel Hill.
Michael Eisenberg, expresidente de Árbol de la Vida, le dijo a CNN que la puerta del templo suele estar abierta los sábados, con los servicios religiosos en marcha, y que la policía solo se despliega en los días santos, las fiestas religiosas judías anuales más sagradas.
También afirmó que la seguridad fue una “gran preocupación” durante su mandato como presidente y que hubo entrenamientos sobre tiroteos por “si sucedía algo horrible como esto”.
Los delitos de odio han aumentado en Estados Unidos en los últimos años.
Esos episodios se multiplicaron el año pasado, reflejando un incremento en el antisemitismo en todo el país, cuando los incidentes aumentaron 57%, pasando de 1.256 a 1.986, según la ADL.
Squirrel Hill ha sido históricamente el centro de la vida judía en Pittsburgh y alberga al 26% de todas las familias judías del área, según un estudio de la Universidad de Brandeis.
Según ese estudio de 2017, más del 80% de los residentes del vecindario dijeron que tenían alguna preocupación o estaban muy preocupados por el aumento del antisemitismo.
La congregación Árbol de la Vida se fundó hace más de 150 años y en 2010 se fusionó con Or L’Simcha.