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Los detalles del crimen ocurrido en Río Rancho, Nuevo México, fueron revelados por la policía local en conferencia de prensa, el pasado 5 de octubre.
La investigación para dar con el presunto responsable del crimen, duró aproximadamente dos meses. En ese lapso, las autoridades vincularon a Leland Hust, de 21 años, con los hechos que tuvieron lugar el pasado 11 agosto.
Según el reporte de la policía de Río Rancho, la madre de Ariana Romeo, de 6 años, la encontró inconsciente en un colchón, al interior de la vivienda en la que arrendaba una pieza, la cual es propiedad de Winston Scates, de 63 años, quien luego de la investigación, también ha sido implicado en la violación de otros dos menores, pero en fechas diferentes y no relacionadas a Hust. El sexagenario fue puesto en prisión preventiva.
El domicilio ubicado en el 200 de Moonstone Drive, cerca de la autopista 528, fue el escenario de la llamada al sistema de emergencias 911, por parte de la madre de Ariana, de quien no está claro su paradero al momento de los hechos y según lo consignado por la televisora estadounidense KOB4.
Cuando la policía llegó a la escena, encontraron sin vida a la pequeña, quien según los reportes falleció en el lugar y tenía daños en sus genitales.
Mientras se espera la causa exacta de la muerte, Leland Hust, el principal sospechoso, fue enviado a la cárcel del condado de Sandoval, ya que los peritajes y las muestras de ADN, tomadas a los cercanos a la escena, lo vinculan directamente con el asesinato. Es decir, se encontró rastros de sus fluidos en la menor.
Junto al cuerpo de la niña, fueron encontrados una toalla con sangre, pañuelos de papel, una almohada de princesa y una revista Playboy, según el relato de los detectives en la escena del horrible crimen.
No fue todo lo encontrado en conexión con este. Afuera de la vivienda, en un contenedor de basura, también fue hallada una cuerda y ropa interior masculina, que según las pruebas, pertenece a Hust.
Cadena perpetua
Hust, dadas las pruebas en su contra, enfrenta los delitos de abuso sexual y de penetración sexual criminal, con una pena máxima de cadena perpetua.
“El ADN es un elemento de esta investigación”, indicó el capitán Ron Vigil, quien participó en la rueda de prensa para dar a conocer los pormenores del caso que ha sacudido a la opinión pública de Río Rancho.
El jefe de la policía local, Stewart Steele, habló del compromiso de este departamento, por esclarecer totalmente el caso. “Reconocemos que a la comunidad le ha conmocionado este incidente que involucra a una niña inocente de 6 años. Queremos que la comunidad sepa que a nosotros también nos interesa la justicia para Ariana”.
Siendo una comunidad cercana, con elementos policiales, en su mayoría padres de familia, estos se han visto identificados con los sucesos. “Nuestros oficiales y detectives, muchos de los cuales tienen hijos, se han visto profundamente afectados por la muerte de Ariana”, dijo Steele.
Es una investigación que se encuentra en etapa preliminar, pero en la que también se han involucrado el Buro Federal de Investigaciones (FBI) y la policía Estatal de Nuevo México.
En cuanto al hombre de 63 años, Winston Scates, propietario de la vivienda en la que fue asesinada Ariana, la investigación en su contra apenas inicia. Lamentablemente la muerte de la pequeña niña de 6 años, fue la que llevó a los otros vejámenes cometidos, presuntamente en esa misma casa, contra dos infantes más.
No está claro el parentezco del sexagenario y Hust, cuyo domicilio está registrado en el lugar del crimen desde 2011. De ser declarado culpable, no saldría nunca más de prisión, según la policía de Río Rancho.
