El tiroteo, que dejó a tres personas muertas, tuvo lugar en el Jacksonville Landing, un centro comercial y de entretenimiento a la ribera del río St. Johns donde se desarrollaba un popular torneo de videojuegos de la liga del football americano (NFL), llamado Madden NFL 19.
Según la información policial, dos de los asistentes murieron a manos de David Katz, un joven de 24 años proveniente de Baltimore, Maryland (norte), quien tras el ataque se quitó la vida en el mismo lugar.
El torneo calificatorio para las finales en Las Vegas -con un premio de 25.000 dólares- tenía lugar en el restaurante GLHF Game Bar.
Steven “Steveyj” Javaruski, uno de los competidores, dijo al diario Los Angeles Times que el atacante era un hombre que había jugado y perdido en el torneo.
El comisario Williams confirmó que el ataque ocurrió en el Jacksonville Landing pero no dio más detalles. También dijo que la escena del crimen ya estaba “despejada”.
Poco antes, en Twitter, la comisaría urgió a los habitantes de Jacksonville que “se mantengan alejados (…); alejados por muchas cuadras” y pedió a las personas que estaban escondidas que esperaran, sin correr, a que los equipos SWAT fueran a rescatarlas.
Traumatizado y devastado
El videojuego era retransmitido en vivo en la cuenta de Twitch -una plataforma para transmitir videojuegos- del restaurante cuando comenzó el tiroteo. Se escuchan algunos disparos en el fondo e inmediatamente se corta la transmisión.
“Esta es una situación horrible y enviamos nuestro más profundo pésame a todos los involucrados”, dijo el creador de Madden, EA Sports, en un comunicado.
Complexity Gaming, uno de los equipos que participaba en el torneo, dijo que su jugador Drini Gjoka “resultó herido en un pulgar”.
“Nunca más en mi vida daré nada por sentado. La vida puede esfumarse en un segundo”, escribió Gjoka en Twitter.
Otros jugadores se volcaron a Twitter para relatar sus experiencias.
“Tengo suerte de estar vivo, me siento mareado y estoy temblando todavía”, escribió @SirusTheVirus, quien se identifica como jugador Madden profesional. “No puedo creer que una bala golpeó la pared a mi lado… ver cuerpos en el piso… esto es una pesadilla total”.
“Me llevaron al hospital”, escribió otro jugador, @DubDotDUBBY. “Una bala me rozó la cabeza. Me siento bien, sólo tengo un rasguño en la cabeza. Trumatizado y devastado”.
“Epidemia nacional”
Este es el último de los numerosos episodios de violencia armada que tienen lugar en Estados Unidos, donde la tenencia de armas se debate constantemente entre quienes piden un mayor control de su venta y quienes defienden su derecho constitucional a portarlas.
Florida en particular ha sufrido varios tiroteos masivos en los últimos años: 49 personas murieron en un ataque a un bar gay en 2016 y seis fallecieron en un tiroteo en el aeropuerto de Fort Lauderdale en 2017.
Además, el 14 de febrero de este año, 17 personas murieron y otras 17 resultaron heridas en un tiroteo en una escuela secundaria en Parkland, al norte de Miami. La masacre, una de las peores de la historia moderna estadounidense, atizó la discusión con una renovada energía.
“Sabremos que no habrá un cambio hasta que lo exijamos en noviembre y después”, escribió David Hogg, uno de los jovenes sobrevivientes de Parkland que lidera ahora un movimiento nacional contra las armas
“La violencia armada es una epidemia nacional”, escribió otra sobreviviente, Delaney Tarr.