El gobierno estadounidense de Donald Trump anunció este viernes la anulación de 200 millones de dólares de ayuda a los palestinos en Cisjordania y en la Franja de Gaza, una decisión que su enviado en Washington tildó de “antipaz”.
“A pedido del presidente vamos a redirigir más de 200 millones de dólares inicialmente previstos para programas en Cisjordania y en la Franja de Gaza. Estos fondos se destinarán a programas altamente prioritarios en otras zonas”, dijo a la prensa un alto funcionario del Departamento de Estado.
La medida “tiene en cuenta los desafíos que afronta la comunidad internacional en brindar asistencia en Gaza, donde el control de Hamas pone en peligro la vida de los ciudadanos de Gaza y degrada la ya terrible situación humanitaria y económica”, dijo el funcionario.
En enero, Estados Unidos ya había implementado recortes drásticos en su contribución a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA.
Las relaciones entre la administración estadounidense y la autoridad palestina cayeron en picada luego de que Trump anunciara la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
Los palestinos han suspendido el contacto con el gobierno de Trump y consideran que Estados Unidos ya no puede desempeñar un papel de mediación en el proceso de paz de Medio Oriente.
“Esta administración está desmantelando décadas de visión y compromiso de EEUU en Palestina”, afirmó en un comunicado Husam Zomlot, jefe de la representación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Washington.
La decisión de recortar el financiamiento a los palestinos llega en un momento de crisis humanitaria en Gaza, donde la violencia se ha incrementado desde el inicio de las protestas palestinas en marzo.
Al menos 171 palestinos han muerto bajo fuego israelí en manifestaciones cerca de la frontera con Israel.
Actualmente, hay un vacío en las acciones para la paz en Medio Oriente, mientras Estados Unidos discute desde hace meses un plan.
El senador demócrata Patrick Leahy acusó a la Casa Blanca de participar en una “serie de actos provocativos y dañinos”, en lugar de idear una política coherente para abordar el conflicto palestino-israelí.
Trump encargó a su yerno Jared Kushner y al abogado Jason Greenblatt que redactaran las propuestas de paz. Al inicio de esta semana, el mandatario dijo que habría algo “muy bueno” para los palestinos.
Los palestinos aspiran a que la parte oriental de la ciudad en disputa sea la capital de su futuro estado.