El presidente Donald Trump cantó victoria este jueves ante agricultores estadounidenses tras alcanzar una tregua en su pelea comercial con la Unión Europea (UE) que generó alivio pero resistencia en Francia
“Acabamos de abrir Europa para ustedes, agricultores”, dijo exultante Trump al visitar una empresa en el estado de Iowa.
Trump y el presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker atenuaron la crisis comercial transatlántica al anunciar en Washington el miércoles su voluntad de eliminar casi todas las tarifas aduaneras. Al mismo tiempo anunciaron compromisos en materia agrícola, industria y energía.
Ambos exploraron decisiones, como una mayor compra de soja estadounidense por el bloque europeo, que buscan desactivar el conflicto comercial vigente entre Washington y Bruselas que se tradujo en aranceles recíprocos.
El objetivo también era alejar la amenaza de Trump de mayores aranceles a los autos de la UE, que afectaría especialmente a Alemania, cuyo gobierno celebró este jueves el resultado “constructivo” de la reunión y reafirmó su “apoyo” a la Comisión Europea de Juncker.
El secretario del Comercio de Estados Unidos Wilbur Ross dijo Trump y Juncker “delinearon los contornos de un acuerdo y ahora vamos a transformarlos en un verdadero acuerdo”.
Francia, segunda economía europea después de Alemania, acotó el optimismo. “El contexto no permite” esa negociación, dijo su presidente Eammanuel Macron.
Afirmó que antes de cualquier tratativa es imperativo que Washington elimine las “ilegales tasas” arancelarias que le impuso al acero y al aluminio de la UE.
“Una buena discusión comercial (…) no puede hacerse sin bases equilibradas, recíprocas y, en ningún caso, bajo amenaza”, añadió Macron.
El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, confirmó que no aplicarán aranceles a automóviles europeos durante las negociaciones y subrayó que “el primer problema” que negociarán será los aranceles siderúrgicos y las represalias.
La Asociación Europea de Constructores de Automóviles celebró lo pactado para su sector en Washington aunque señaló que “quedan muchos asuntos por resolver”.
Una fuente europea subrayó los “excelentes resultados” obtenidos por la UE si bien advirtió contra “cualquier triunfalismo” ya que “nada está grabado en piedra”.
Soja
La dudas sobre las medidas discutidas entre el presidente de Estados Unidos y su par de la Comisión, que asume la competencia de comercio en nombre de los 28, en Washington planean al otro lado del Atlántico. Ambos anunciaron decisiones en industria, energía y agricultura.
Una mayor compra de soja estadounidense, sector al que China impuso medidas arancelarias en respuesta a las Trump, no implicaría un aumento de las importaciones globales europeas, advirtió la fuente europea, precisando que “estas se harán en virtud de las condiciones del mercado”.
Con China mirando hacia la producción de soja de Brasil, el primer exportador de este producto a la UE con alrededor un 40% del total en 2017, los europeos podrían aprovechar la reducción de precios en Estados Unidos, el segundo exportador al bloque con alrededor el 35%.
‘Finales de noviembre’
Francia exigió también este jueves que la agricultura, un sector sensible para París, “se mantenga al margen del ámbito de discusiones”, según dijo a la AFP el ministro de Economía Bruno Le Maire, quien también apuntó “a la protección y la seguridad” de los consumidores en la UE.
Casi el 94% de la soja estadounidense es genéticamente modificada.
“Tenemos altas normas sanitarias, alimentarias y ambientales así como normas de producción a las que estamos obligados porque ellas garantizan la seguridad y protección de nuestros consumidores”, dijo Le Maire.
Juncker prometió también comprar más gas natural licuado (GNL) a Estados Unidos, una exigencia de Trump que en la reciente cumbre de la OTAN criticó a sus aliados, especialmente Alemania, por comprar gas a Rusia.
Un grupo de trabajo de “muy alto nivel” empezará a estudiar ahora los compromisos sobre la soja y el GNL, indicó el portavoz del ejecutivo comunitario, Alexander Winterstein.
La fuente europea indicó que el grupo de trabajo sobre las discusiones con Estados Unidos tendrá “120 días para emitir un informe”, es decir “hasta finales de noviembre”, algo que podría “tener cierta importancia respecto a algunos plazos electorales”.
Estados Unidos, cuyo presidente enfrenta presión a nivel interno por la guerra comercial, celebra en noviembre elecciones de mitad de mandato y, en este sentido, esto “jugará un papel importante”. “Trump estaba dispuesto a ser positivo y hacer un trato”, según la misma fuente.