Una mujer que fue hostigada por el hombre que atacó a tiros la redacción de un diario en Estados Unidos la semana pasada, matando a cinco personas, dijo el lunes que vivía con el temor constante de que algún día la encontrara y la matara.
En una entrevista con el programa “Today” de la cadena de televisión NBC, la mujer, que pidió ser identificada simplemente como Lori, dijo que cuando supo lo que había pasado en el periódico The Capital Gazette de Annapolis el jueves no tuvo dudas de que su acosador era el responsable.
“Apenas dijeron lo que había pasado en The Capital y que no podían identificar al sospechoso, levanté el teléfono y dije: ‘Sé quién es"”, contó.
“Sabía que si él llevaba a cabo un ataque masivo, iba a ser contra The Capital”, apuntó.
Jarrod Ramos, de 38 años, fue arrestado poco después del tiroteo y acusado de cinco cargos de asesinato.
La policía y los fiscales dicen que su ataque, para el que usó granadas de humo y una escopeta, fue motivado por la venganza, después de haber demandado sin éxito al periódico por difamación.
La demanda se originó en una columna de 2011 titulada “Jarrod quiere ser tu amigo”, que detallaba el caso de acoso contra Lori. Ramos contactó a Lori por correo electrónico en 2009, recordándole que habían ido juntos a la escuela secundaria.
“En un momento me dijo que me escribía porque yo era la única persona que había sido amable con él en la escuela secundaria”, relató Lori.
Aunque ella no lo recordaba, Lori le contestó y ambos comenzaron a intercambiar correos electrónicos cada pocos días, hasta que Ramos se enojó cuando ella no respondió enseguida.
“Fue ahí que di un paso atrás y dije: ‘¿Qué está pasando aquí?"”, dijo Lori.
A partir de entonces, Ramos se volvió cada vez más beligerante: le dijo a ella que se matara y le advirtió que necesitaría una orden de protección.
Lori eventualmente se puso en contacto con la policía y Ramos terminó declarándose culpable en julio de 2011 de un delito de acoso. Evitó ir preso, pero se le ordenó pasar 18 meses en libertad condicional supervisada.
Aunque Ramos dirigió su ira hacia el periódico y llegó a demandarlo, Lori se sintió vulnerable y tenía miedo de que pudiera aparecer en cualquier momento y hacerle algo.
“Solía llegar a casa de trabajar y detenerme primero con el carro para asegurarme de que todo estaba bien, de que mi ventana no estaba rota, de que mi puerta no estaba entreabierta”, dijo.
“Temía que pudiera aparecer en cualquier momento, en cualquier lugar… y matarme”, agregó.
La demanda en contra del diario fue desestimada en 2015, pero Ramos continuó hostigando y amenazando en internet a sus empleados.