Lava bulle de una de las fisuras del volcán Kilauea y sigue su camino hacia el océano, generando un peligroso fenómeno.
La materia fluorescente fluye hacia el Pacífico por dos canales y Defensa Civil advierte que más residentes de la zona pueden ser evacuados sin notificación.
Los flujos llegaron al océano en la costa sureste de Puna durante la noche, en la Gran Isla de Hawái, dijo el Servicio Geológico Estadounidense (USGS), que monitorea volcanes y sismos en todo el mundo.
La lava que emana de la fisura 22 -como una salsa naranja en una olla hirviendo- tiene unos 50 metros, indicó en una conferencia telefónica Janet Babb, geóloga del Observatorio Volcánico Hawaiano.
El encuentro de la lava incandescente con el agua produce humos ácidos, un fenómeno llamado “laze”, una palabra en inglés formada a partir de los términos “lava” y “haze” (niebla).
Es una mezcla irritante de ácido clorhídrico (HCl), vapor y pequeñas partículas de vidrio volcánico.
“Estar cerca de la ‘laze’, por los diversos gases, puede causar irritación y corrosión en los ojos, la nariz, la vías respiratorias y la piel”, señaló por su parte Alvin Bronstein, del departamento de Salud del estado de Hawái.
¿A que distancia se debe estar del ‘laze’? “Depende de la concentración de varios químicos”, respondió Bronstein. “Simplemente diría que a mayor distancia, más segura está la gente”.
El Kilauea es unos de los volcanes más activos del mundo y uno de los cinco en la Gran Isla de Hawái. Hizo erupción el 3 de mayo forzando la evacuación de 2.000 personas de sus hogares ubicados en la montaña.
Los científicos creen que la actividad volcánica puede ser precursora de una erupción mayor, similar a una que ocurrió en la isla a mediados de la década de 1920.
Más explosiones
Babb señaló que otras entradas al océano se han reportado en los últimos 35 años. Y aclaró que las muertes en 2000, supuestamente por contacto con ‘laze’ cuando se generó el mismo fenómeno, “fueron más complejas” y no pueden atribuirse únicamente a esa causa. No ahondó más.
Bronstein señaló que hasta ahora no se reportó ningún herido por el ‘laze’, mientras que Babb indicó que ninguna población cercana al mar se ha visto afectada al momento.
El USGS indicó en un comunicado que las emisiones de gases volcánicos “se han triplicado como resultado de las voluminosas erupciones”.
Babb precisó que en la madrugada se registró una explosión que generó una nube de ceniza a 2.100 metros sobre el nivel del mar.
“Estas explosiones deben seguir mientras las rocas continúen cayendo y haya suficiente calor para generar vapor”.
Los vientos moderados hacen que las áreas hacia donde sopla el viento desde el volcán “puedan experimentar niveles variables” de humo volcánico, una especie de niebla que se forma cuando las emisiones reaccionan al oxígeno, la humedad, el polvo y la luz solar, dijo el USGS.
Un enorme flujo de lava creció a unos seis metros de altura y bloqueó parte de una autopista, afectando seriamente a los residentes del área.
“Estamos trabajando para determinar la logística para reabrir las vías de evacuación. En este momento estamos determinando aún los daños del terremoto de 6,9 de magnitud registrado a inicio de este ciclo”, dijo Jessica Ferracane, portavoz del Parque Nacional de Vocalnes de Hawái.
Los científicos coinciden en que de ocurrir una gran erupción no habría pérdidas de vida, pues las áreas residenciales más expuestas han sido evacuadas y la región donde está el volcán (en el sureste de la isla) es de muy baja población.
Las autoridades han advertido a los residentes de mantenerse alejados de los vecindarios evacuados, alertando sobre todo de la posible mortalidad a causa de las emanaciones tóxicas.