Cambridge Analytica (CA), en el epicentro de un escándalo por el uso de datos personales de usuarios de Facebook con fines políticos, es una firma privada de comunicación estratégica y análisis de información vinculada al Partido Republicano de Estados Unidos.

La empresa es filial de la compañía de marketing británica Strategic Communication Laboratories (SCL), y cuenta con oficinas en Nueva York, Washington y Londres. Está dirigida por Alexander Nix, un hombre que está en sus 40 años y que pasó por la prestigiosa escuela de Eton, conocida como la ‘fábrica’ de las élites del Reino Unido, y por la universidad de Manchester.

Los datos, la clave del negocio

CA se encarga de entregar a empresas y a organizaciones políticas, estrategias y útiles de comunicación cruciales, basándose en el análisis de datos a gran escala (“big data”) y en las nuevas tecnologías.

“Nosotros encontramos a sus electores y hacemos que pasen a la acción”, resume la firma al explicar que entre su personal cuentan con investigadores especializados en el análisis de datos y también con expertos políticos.

En Estados Unidos, Cambridge Analytica afirma que dispone de información “de más de 230 millones de electores estadounidenses”.

Los datos constituyen la esencia de su actividad, la empresa “continúa adquiriendo más” data, indicó en 2017 Alexander Nix en una entrevista en el sitio TechCrunch. “Cada día tenemos equipos abocados a la búsqueda de nuevos grupos de datos”.

Trump y el mundo como clientes

La empresa ha trabajado en varias campañas políticas alrededor del mundo, entre ellas la que llevó al millonario estadounidense Donald Trump a ocupar la Casa Blanca en la elección de 2016.

“Nosotros concebimos un algoritmo que mostró las grandes ciudades donde había la mayor concentración de electores por convencer”, explicó Matt Oczkowski, un responsable de Cambridge Analytica.

El estudio de datos permitió generar miles de mensajes diferentes, apuntando a los electores en función de sus perfiles en las redes sociales como Facebook, Snapchat o incluso la radio Pandora.

En Reino Unido, la prensa británica empezó a preguntarse sobre el papel que desempeñó la empresa en el referéndum sobre la salida de la Unión Europea en 2016, especialmente por los contactos con el movimiento pro Brexit Leave.EU.

Pero según Alexander Nix, CA “no trabajó en el Brexit”.

Más allá de Reino Unido y Estados Unidos, la empresa indica que ha trabajado en Kenia, Italia, Sudáfrica, Colombia e Indonesia.

Acusaciones

Una investigación realizada por el diario The New York Times y The Observer, la edición dominical del periódico británico The Guardian, reveló que Cambridge Analytica usó los datos de 50 millones de usuarios de Facebook para desarrollar software para predecir e influir en los votantes.

Los hombres clave en el caso

Robert Mercer: un hombre de negocios estadounidense que amasó su fortuna en fondos de inversiones, es uno de los principales donantes del Partido Republicano. Financió Cambridge Analytica hasta con 15 millones de dólares.

Steve Bannon: uno de los consejeros más cercanos de Donald Trump antes de ser apartado de la Casa Blanca a mediados de 2017. Según The Observer, estuvo al mando de CA.

Aleksandr Kogan: psicólogo en la universidad de Cambridge. Desarrollador, a través de la firma Global Science Research (GSR), de “thisisyourdigitallife”, una aplicación recolectora de datos personales en Facebook que fueron transmitidos a CA y SCL, según Facebook.

Christopher Wylie
: ex empleado de CA y quien dio la alerta. Es un canadiense de 28 años que afirmó en la televisión de su país CBC que los métodos de Cambridge Analytica eran “problemáticos” porque se basaban en “datos privados que se adquirían sin consentimiento”.

Suspendido

El caso es al menos bochornoso para el gigante estadounidense de las redes sociales cuyos servidores albergan los datos de más de 2.000 millones de cuentas.

Tras las revelaciones, Facebook suspendió el acceso a sus servidores a CA, a su casa matriz SCL, así como a Aleksandr Kogan y a Christopher Wylie.

Facebook sostiene que las transmisiones de datos personales que se realizaron constituyen una “violación” de sus condiciones de utilización y prometió que tomará acciones en la justicia, “si es necesario”.

CA afirma de su lado haber respetado el reglamento de Facebook y asegura que no conservó ni utilizó datos personales de los usuarios.