El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconocerá el miércoles a Jerusalén como capital de Israel, a pesar de las advertencias de líderes mundiales sobre los riesgos de provocar malestar en Medio Oriente y perjudicar los esfuerzos de paz entre israelíes y palestinos.
Un alto funcionario estadounidense confirmó la noche del martes que el mandatario anunciará esa decisión sobre el estatuto de Jerusalén durante un pronunciamiento formal el miércoles a las 18:00 GMT, en medio de una ola de críticas a ese controvertido gesto político.
Trump “dirá que el gobierno de Estados Unidos reconoce que Jerusalén es la capital de Israel”, dijo la fuente bajo condición de anonimato.
Además el mandatario ordenará que se comience a preparar el traslado de la embajada estadounidense de Tel-Aviv hacia Jerusalén, aunque admitió que ese movimiento puede demandar “algunos años”, agregó.
“Tomará un tiempo encontrar un lugar para atender las preocupaciones de seguridad, diseñar la instalación, financiarla y construirla”, señaló la fuente.
En medio de una ronda de diplomacia telefónica, Trump comunicó el martes al líder palestino Mahmud Abas y al rey jordano Abdalá II que el proyecto profundamente controvertido, que conlleva el reconocimiento estadounidense de Jerusalén como capital de Israel, seguía en marcha.
La paz en peligro
El estatuto de Jerusalén es un asunto clave en el conflicto palestino-israelí, y ambas partes reivindican a esa ciudad como su capital.
Las advertencias a Trump se multiplicaron el martes, entre otras la del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien señaló al mandatario estadounidense que el estatuto de Jerusalén es una “línea roja para los musulmanes” y amenazó con cortar los lazos diplomáticos de Turquía con Israel.
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, expresó que los miembros de ese grupo han decidido reunirse en El Cairo ante el “peligro de esta cuestión, si esto debiera ocurrir, y a las posibles consecuencias negativas no sólo para la situación en Palestina sino también en la región árabe e islámica”.
Trump conversó además el martes con el rey Abdalá II de Jordania y le informó de “su intención de seguir adelante con el (plan de) traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén”, informó el palacio real jordano en un comunicado.
Trump ha dicho que quiere relanzar las congeladas conversaciones de paz entre Israel y los palestinos en busca de un “acuerdo definitivo”, pero su reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel podría destruir tal esfuerzo, advirtió un funcionario palestino.
“Ya no aceptaremos la mediación de Estados Unidos, no aceptaremos la mediación de Trump. Será el final del papel desempeñado por los estadounidenses en ese proceso”, dijo Nabil Chaath, un alto consejero del presidente palestino, Mahmud Abas.
Línea roja
La presidencia palestina dijo que Trump informó a Abas sobre “su intención de transferir la embajada de Estados Unidos” en Israel, durante una conversación telefónica.
Durante este diálogo Abas advirtió a Trump de las “peligrosas consecuencias de tal decisión sobre el proceso de paz, la seguridad y la estabilidad en la región y en el mundo”, añadió la Autoridad Palestina en un comunicado.
Abas reafirmó su “posición firme sobre que no puede haber Estado palestino sin Jerusalén Este como capital, conforme a las resoluciones y a la ley internacional y a la iniciativa de paz árabe”, señaló el texto.
En tanto el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erakat, señaló que el cambio de la embajada estadounidense a Jerusalén provocará un desastre en la región.
A su vez, el palacio real de Jordania emitió una nota donde advirtió sombre medidas “de graves consecuencias”.
Para el grupo palestino Hamas, la modificación del estatuto de Jerusalén traspasa “todas las líneas rojas” y abre las puertas a “una peligrosa escalada” de violencia.
La Liga Árabe llamó a Washington a reconsiderar su decisión, mientras Arabia Saudita, un aliado de Estados Unidos en la región, expresó su “seria y profunda preocupación” por el eventual traslado.
“Este paso tendrá serias implicancias y nuevas complicaciones en el conflicto palestino-israelí”, dijo la agencia de prensa oficial saudita, citando una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Por su lado, el presidente francés Emmanuel Macron advirtió a Trump que el estatuto de Jerusalén debe ser decidido “en el marco de las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos“.
Pero el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, instó al presidente estadounidense a aprovechar esta “oportunidad histórica” de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
Todas las embajadas extranjeras en Israel están localizadas en Tel Aviv, con representaciones consulares en Jerusalén.