El Servicio Secreto de Estados Unidos enfrenta una crisis de liquidez por los altos costos de proteger al presidente Donald Trump, sus múltiples casas y su gran familia, dijo su director en una entrevista publicada el lunes.
Randolph “Tex” Ailes, el jefe del Servicio Secreto, dijo al diario USA Today que más de 1.000 agentes ya han llegado a su tope anual de salario y horas extra, debido a la carga de trabajo.
Y con los 150 mandatarios y líderes extranjeros que se reunirán el próximo mes en Nueva York para la Asamblea General de la ONU, las demandas sobre el servicio se intensifican.
Trump ha viajado prácticamente cada fin de semana a sus casas en Florida, Nueva Jersey y Virginia. Además, el Servicio Secreto brinda protección a sus hijos adultos en viajes de negocios y vacaciones.
En total, 42 personas de su gobierno tienen protección del Servicio Secreto, incluidos 18 miembros de su familia.
“El presidente tiene una familia grande y nuestra responsabilidad está fijada en la ley”, explicó Ailes. “No puedo cambiar eso, no tengo ninguna flexibilidad”.
Ailes, quien está buscando más fondos en el Congreso, asegura que está negociando subir los topes de sueldo y tiempo extra de los agentes de 160.000 al año a 187.000, al menos por lo que resta del periodo de Trump.