La Casa Blanca anunció el martes la renuncia del director de comunicaciones, Michael Dubke, en lo que se espera será el primero de una serie de cambios en el equipo de prensa de Donald Trump.
Dubke, de 47 años, ocupó este puesto, tan importante como de bajo perfil, durante tres turbulentos meses. “Puedo confirmar la renuncia de Dubke”, dijo un funcionario a la AFP.
No se ha anunciado una fecha para su salida, que ha estado en el tapete durante dos semanas.
Desde hace meses los rumores alrededor del ala oeste de la Casa Blanca apuntan a que Trump estaría inclinado a despedir en masa a su equipo de relaciones públicas.
Muchos vienen de la tradicional clase dirigente republicana y han sido aliados incómodos para el presidente.
Trump ha expresado, tanto de manera pública como privada, su profunda molestia por una serie de titulares adversos, y ha fustigado a los periodistas por publicar “noticias falsas”.
El fracaso del presidente a la hora de aprobar importantes leyes, objeciones legales a sus órdenes ejecutivas y un escándalo en la investigación de las relaciones de su equipo más cercano con Rusia, han minado su corta presidencia.
Todo esto ha hecho que el futuro de su secretario de prensa Sean Spicer y todo su equipo estén en duda.
Aunque el director de comunicaciones de la Casa Blanca es una figura mucho menos conocida que Spicer, ambos juegan un papel clave a la hora de definir estrategias de comunicación y darle forma a la agenda de los medios.
Durante la administración de Barack Obama, su asistente y confidente Dan Pfeiffer ocupó el puesto.