La administración Trump advirtió este viernes a Israel que la expansión “sin restricciones” de las colonias israelíes puede ser un obstáculo para la paz, sin criticar abiertamente la decisión de una nueva construcción en Cisjordania ocupada.
“El presidente Trump expresó, tanto en público como en privado, sus inquietudes en relación a las colonias”, indicó un responsable de la Casa Blanca, que no desveló su identidad.
“Aunque la existencia de las colonias no es en sí un obstáculo para la paz, la expansión sin restricciones de estas no ayuda a hacer avanzar la paz”, añadió.
Desde hace varias semanas, el gobierno israelí busca con la Casa Blanca un acuerdo que le permitiría continuar a construir en las colonias.
A principios de febrero, unos días antes de recibir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Casa Blanca, Trump afirmó que no cree que la expansión de las colonias sea “buena para la paz”.
Trump, partidario de Israel
Desde la investidura del presidente estadounidense Donald Trump, considerado como más partidario de las posiciones israelíes que su predecesor Barack Obama, Israel ha anunciado cinco extensiones de colonias con la construcción de 6.000 viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este, los territorios palestinos anexionados y ocupados por los israelíes.
La Casa Blanca, que trata de resucitar las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, ha hecho un llamamiento a la contención en la construcción de asentamientos.
La decisión de Israel de aprobar la construcción de una colonia en Cisjordania ocupada, la primera impulsada por un gobierno israelí desde hace más de 25 años, desencadenó duras críticas de los palestinos, la ONU y una oenegé local tras anunciar el jueves
La nueva colonia, Geulat Tzion, permitirá realojar a unas 40 familias judías de la colonia de Amona, en Cisjordania, destruida en febrero por decisión judicial.
El número dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erakat, acusó mediante un comunicado a Israel de continuar con “la destrucción de las perspectivas de paz” mediante “el robo de tierras y recursos naturales”.
Otra dirigente de la OLP, Hana Ashrawi, denunció las políticas sistemáticas israelíes “del colonialismo, del apartheid y de la limpieza étnica”.
“Rehén de los colonos”
El gabinete de Benjamin Netanyahu tomó esa iniciativa a pesar de las condenas internacionales a la colonización y del llamamiento de la administración estadounidense a frenarla.
Se trata del primer anuncio de una nueva colonia desde 1991, antes de los acuerdos de paz de Oslo, indicó en un comunicado la ONG israelí La Paz Ahora, que se opone a la colonización.
El anuncio de Israel suscitó críticas del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, que expresó su “decepción” y “preocupación” ante la construcción de la colonia, según indicó su portavoz en un comunicado.
“Las actividades de colonización son ilegales según el derecho internacional y constituyen un obstáculo para la paz”, recordó.
Para Paz Ahora, “Netanyahu es el rehén de los colonos y pone su supervivencia política por encima de los intereses del Estado de Israel. Al ceder ante las presiones de los colonos, Netanyahu lleva a los israelíes y a los palestinos hacia una realidad con un solo Estado, sinónimo de apartheid”.
Uno de los responsables de la ONG, Anat Ben Nun, aseguró por su parte que “el lobby de los colonos es muy poderoso en la actual mayoría gubernamental y también en el seno del Likud”, el partido conservador de Netanyahu que encabeza un Gobierno considerado como el más derechista de la historia del país.
El nuevo asentamiento se construirá en el sector de Shilo, una colonia ya existente situada donde estaba la de Amona, en el norte de Ramala, indicó un comunicado de la oficina del primer ministro.
El gabinete también anunció la aprobación de la venta de 2.000 viviendas en las colonias de Cisjordania de un total de 5.700 cuya construcción fue aprobada hace dos meses.