Este lunes se revelaron algunos detalles de la investigación en torno a la muerte de un niño de dos años que falleció en un hotel de Disney en Orlando, Estados Unidos, tras ser atrapado por un caimán.
Según consignó CNN, al menos dos turistas alertaron a personal del resort sobre la presencia de un caimán en la laguna, además en la zona tampoco había un cartel que prohibiera sumergirse en sus aguas.
El reporte elaborado por la Comisión de Pesca y Conservación de la Vida Silvestre de Florida, señaló también que el niño estaba llenando un balde con agua cuando fue atacado, sin que existiese alguna provocación previa por parte de algún humano contra el animal.
El informe indicó que el reptil estaba en una actitud depredadora cuando atacó al niño, a quien debió confundir con alguna de sus presas más comunes, como mapaches o armadillos.
El animal mordió la cabeza del niño y luego lo arrastró hasta las profundidades de la laguna, mientras el padre intentaba rescatarlo.
Matt Graves, papá del niño, luchó contra el caimán e intentó abrir la mandíbula del animal, pero su esfuerzo fue en vano.
De acuerdo al reporte, Graves escuchó un ruido en el agua y cuando se dio vuelta a mirar, el caimán que medía cerca de 1,5 metros, tenía atrapado del cuello y la cabeza al niño.
Tras eso, varios turistas alertaron al 911 y al personal del hotel sobre lo sucedido, dando pie a las labores de búsqueda, las que concluyeron al día siguiente, luego de que hallaran el cadáver del niño, que estaba casi intacto.
Durante el proceso de búsqueda, al menos 6 caimanes fueron sacrificados, pero no se pudo determinar si alguno de ellos era el animal en cuestión, pues no se realizó la verificación de ADN.
De igual modo, se sospecha de dos hembras que fueron halladas cerca del lugar donde se encontró el cuerpo del niño, pues los caimanes cuando pierden su alimento se mantienen cerca de estas zonas.