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Informe revela oscuro negocio de adopciones en Corea del Sur. Agencias falsificaban documentos para enviar bebés al extranjero como huérfanos, violando derechos humanos. Comisión exige disculpa del Estado por permitir abusos. Adopciones internacionales lucrativas, con cerca de 200 mil niños surcoreanos enviados a Europa y EE.UU. tras la Guerra de Corea. Gobierno promovió adopciones para dar hogar a huérfanos. Países como Noruega y Dinamarca investigan, mientras EE.UU.
Una reciente investigación destapó el oscuro negocio detrás de las adopciones en Corea del Sur, revelando cómo durante décadas el Gobierno avaló una serie de abusos en la entrega de niños al extranjero, quienes eran enviados “como equipaje” por las agencias del país para obtener ganancias.
El informe fue dado a conocer este miércoles por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Corea del Sur, en donde afirmó que el Estado surcoreano es responsable por la violación de los derechos humanos de los bebés.
A través de un comunicado, la comisión indicó que en su afán por enviar niños a hogares estadounidenses y europeos hace décadas, las agencias surcoreanas de adopción falsificaron documentos para presentar a bebés como huérfanos cuando en realidad tenían padres conocidos.
De acuerdo al The New York Times, cuando algunos bebés morían antes de ser trasladados al extranjero, otros eran enviados utilizando sus nombres.
También se identificaron casos en los que la información familiar de los niños se falsificaron, mientras que en otros los menores fueron enviados al extranjero sin un consentimiento legal.
La comisión detalló ejemplos como el de una niña identificada sólo por su apellido, Chang, nacida en Seúl en 1974. Pese a que su agencia de adopción en la capital surcoreana conocía la identidad de su madre, en los documentos enviados a su familia adoptiva en Dinamarca se aseguró que ella provenía de un orfanato.
Parte de los dineros obtenidos eran usados por las agencias para conseguir más niños, convirtiendo así las adopciones internacionales “en una industria con fines de lucro”, de acuerdo a la comisión.
Muchos de los adoptados surcoreanos denunciaron que sus madres biológicas fueron obligadas a renunciar a sus hijos. En tanto, hay padres que acusan que sus hijos fueron secuestrados por agentes que buscaban menores vulnerables en barrios desfavorecidos.
Pese a que estas prácticas en la nación asiática ya habían sido expuestas en el pasado, se mantuvieron durante varios años, lo que llevó a la comisión a exigir al Estado a ofrecer una disculpa.
Cabe señalar que Corea del Sur es el origen de la mayor diáspora mundial de niños adoptados internacionalmente, registrándose cerca de 200 mil niños surcoreanos enviados al extranjero tras el fin de la Guerra de Corea en 1953. Los principales destinos fueron Europa y Estados Unidos.
“Es una parte vergonzosa de nuestra historia”
Este fenómeno en época de posguerra se dio luego que el Gobierno surcoreano promoviera las adopciones internacionales para así dar hogar en el extranjero a niños huérfanos, abandonados o discapacitados.
De esta manera, dejaron a cargo a las agencias de adopción para encontrar y enviar bebés surcoreanos, cobrando una tarifa a las familias adoptivas.
Sun-young Park, presidenta de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Corea del Sur, señaló que en este contexto surgieron “numerosas deficiencias legales y políticas”, agregando que “estas violaciones nunca debieron haber ocurrido (…) Es una parte vergonzosa de nuestra historia”.
El envío de niños alcanzó su peak en 1985, cuando se reportaron 8.837 casos de menores surcoreanos entregados en adopción. La comisión denunció que los pequeños eran “enviados al extranjero como equipaje”. Si bien el organismo no tiene facultades para procesar a las agencias involucradas, el Gobierno está obligado por ley a seguir sus recomendaciones.
Países receptores, como Noruega y Dinamarca, ya comenzaron investigaciones para esclarecer las circunstancias bajo las cuales se hicieron las adopciones. Sin embargo, The New York Times afirma que otros, como Estados Unidos, no lo han hecho.