Una declaración explosiva de la vicepresidenta de Filipinas, Sara Duterte, ha conmocionado al país. En una conferencia de prensa, Duterte aseguró haber contratado a un sicario para asesinar al presidente Ferdinand Marcos Jr., su esposa Liza Araneta-Marcos, y al presidente de la Cámara de Representantes, Martin Romualdez, si ella llegara a ser asesinada. La vicepresidenta enfatizó que su amenaza “no era una broma”.
Según recogieron medios como CBS News y The Telegraph, Duterte explicó que esta medida es una especie de “póliza de seguro” ante un posible atentado contra su vida. “He dado mi orden: ‘Si muero, no paren hasta matarlos’, y él dijo: ‘sí’”, afirmó, refiriéndose al supuesto sicario.
La amenaza agrava una ruptura política que se ha profundizado desde que ambos líderes ganaron por amplio margen en las elecciones de 2022. Aunque inicialmente compartieron una campaña bajo el lema de la unidad nacional, las diferencias sobre temas clave, como la política hacia China y acusaciones de corrupción, generaron un distanciamiento.
Una cuestión de seguridad nacional
El Ejército y la seguridad presidencial han tomado medidas para proteger al presidente y su familia, calificando las declaraciones de Duterte como una cuestión de seguridad nacional. Además, el general Romeo Brawner, jefe militar, instó a la calma y reiteró el compromiso de las fuerzas armadas con la neutralidad política.
Según consignó Agencia EFE, la Oficina del Presidente señaló en un comunicado que el servicio de seguridad del mandatario actuará ante unas declaraciones de Duterte, quien dijo horas antes que ha contratado a un asesino para matar a Marcos Jr en caso de que ella sea asesinada antes.
“Una amenaza contra la vida del presidente debe tomarse siempre en serio, más aún cuando se ha realizado públicamente de manera clara y cierta”, señaló la Oficina del Presidente.
Sara Duterte es hija del expresidente Rodrigo Duterte (2016-2022). Al igual que su hija, Rodrigo Duterte es conocido por sus exabruptos que incluyen reconocer haber ejecutado él mismo a criminales y llamar “hijo de puta” al papa Francisco y al expresidente estadounidense Barack Obama, recordó el citado medio.