Corea del Norte afirmó este viernes que el envío de sus tropas a Rusia “cumpliría con el derecho internacional” en caso de producirse, en una declaración de su Ministerio de Exteriores que supone el primer pronunciamiento oficial del régimen sobre el despliegue norcoreano supuestamente destinado al frente de Ucrania.
“Si sucede algo como eso de lo que hablan los medios internacionales, creo que sería una acción que cumple con las normas jurídicas internacionales”, dijo Kim Jong-gyu, viceministro de Exteriores a cargo de Rusia, en un comunicado distribuido por la agencia estatal KCNA.
“Creo que seguramente habrá fuerzas que quieran presentarlo como ilegal“, añadió Kim en respuesta a una pregunta formulada por un periodista de esta agencia oficial norcoreana sobre el despliegue del ejército de este país en Rusia, según la KCNA.
“Nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores no participa directamente en lo que hace el Ministerio de Defensa y no siente la necesidad de confirmarlo por separado”, señaló el viceministro.
Se trata del primer pronunciamiento oficial del régimen sobre el envío de tropas, en el que el Norte ni confirma ni desmiente esta acción, que llega después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, se manifestara también de forma ambigua sobre el tema, al señalar que cómo apliquen Moscú y Pionyang su acuerdo de asistencia mutua de defensa “es un asunto de ellos”.
Corea del Sur y EE.UU han dicho que unos 3.000 soldados norcoreanos se encuentran actualmente en bases del Lejano Oriente ruso.
El Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano estimó esta semana que unos 10.000 efectivos pueden ser desplegados en Ucrania para apoyar en los combates al ejército ruso para diciembre.
Corea del Norte -que ha suministrado desde el año pasado importantes cargamentos de armas al ejército ruso- y Moscú han desmentido las afirmaciones hechas por Kiev o Seúl sobre la posibilidad de que los contingentes norcoreanos luchen en Ucrania.
El NIS considera -al igual que muchos expertos- que el envío de tropas se fundamenta en el pacto de asociación estratégica que Pionyang y Moscú firmaron en junio y que insta a prestar asistencia mutua en caso de que uno de los dos países resulte atacado, escenario que se habría abierto tras las incursiones de Ucrania en las regiones rusas de Belgorod y Kursk.