El Ejército surcoreano realizó este martes disparos al Sur de la frontera con el Norte en respuesta a las detonaciones empleadas por Pionyang para destruir tramos de carreteras en su territorio que conectan ambos países.
El Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano “respondió disparando al sur de la Línea de Demarcación Militar” después de que hacia mediodía hora local (medianoche en Chile) detectara explosiones al otro lado de la frontera aparentemente dirigidas a cortar los tramos de las carreteras que corren paralelas a las líneas Gyeongui y Donghae de ferrocarril, según informó en un comunicado.
El JCS añadió que Pionyang “está llevando a cabo actividades adicionales empleando maquinaria pesada” y que no se han registrado daños en sus instalaciones o personal militar a raíz de las actividades norcoreanas.
El Ejército surcoreano señaló que está “reforzando su postura de vigilancia y alerta” ante los movimientos del Norte.
Las detonaciones en los tramos del Norte de los citados corredores se producen después de que Pionyang anunciara la semana pasada que iba a cortar todas las vías de transporte hacia el país vecino.
Esa medida responde a una enmienda constitucional recientemente aprobada en la que se cree que se han redefinido de manera unilateral las fronteras nacionales por orden del líder Kim Jong-un.
El corte de vías de transporte por parte de Pionyang y la respuesta del Sur llega en un momento de repunte de tensiones en la península, debido a las acusaciones norcoreanas al Sur de que había enviado drones cargados con propaganda a su territorio y a las amenazas de responder con disparos de artillería si se producen incidentes similares.
El corredor de carretera y ferroviario de Gyeongui conecta la ciudad surcoreana fronteriza de Paju, al oeste, con la norcoreana de Kaesong.
El de Donghae, por su parte, atraviesa la demarcación entre Norte y Sur por la costa este.
Por su parte, el Ministerio de Unificación sureño, encargado de la relación con el Norte, expresó hoy su “firme condena” a la destrucción de los tramos de carretera, y afirmó que Pionyang “aún tiene la obligación” de devolver los créditos aportados por Seúl para financiar esas infraestructuras.
“La voladura de la parte norte de las carreteras Gyeongui y Donghae supone una clara vulneración del acuerdo intercoreano”, afirmó en un comunicado el ministerio, que añadió que “toda la responsabilidad relacionada con esas detonaciones recae en Corea del norte”.
El proyecto para reconectar Norte y Sur por vía ferroviaria y carretera fue financiado con préstamos surcoreanos por valor de 133 millones de dólares que Pionyang aún tiene pendiente pagar, según el ministerio.
El pasado agosto, el Norte desmanteló también las líneas ferroviarias Gyeongui y Donghae. Ninguna de estas líneas llegó a operar tras la división de la península excepto por una prueba piloto en 2007.
“Esta acción simplemente enfatiza cómo ve actualmente Corea del Norte la relación (con el Sur)”, explicó hoy Jenny Town, directora del programa especializado 38North, adscrito al Centro Stimson de Washington, en una rueda de prensa en Seúl.
Town cree que Pionyang quiere transmitir la noción de que “la relación ha entrado en una fase fundamentalmente diferente” en comparación con la diplomacia que ha regido en la península en las últimas tres décadas y que la voladura de carreteras viene a demostrar que, tras la reciente enmienda constitucional, el régimen está “preparando el terreno” para establecer ese nuevo tipo de relación con el Sur.