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Corea del Sur presentó su misil balístico Hyunmoo-5 y otras armas en una ceremonia por el Día de las Fuerzas Armadas, advirtiendo a Corea del Norte que el uso de armas nucleares sería "el fin del régimen", según el presidente Yoon Suk Yeol. Esta acción se da en medio de tensiones provocadas por informes de instalaciones de enriquecimiento de uranio y pruebas de misiles por parte de Pyongyang. El presidente surcoreano destacó la respuesta abrumadora que enfrentaría Corea del Norte y destacó la necesidad de que abandone la ilusión de que las armas nucleares lo protegerán. El ejército surcoreano mostró alrededor de 340 equipos militares y sistemas de armas, incluyendo el Hyunmoo-5 capaz de transportar una cabeza nuclear convencional de ocho toneladas. Además, Estados Unidos demostró su alianza militar con Corea del Sur al hacer volar un bombardero B-1B durante la ceremonia. Seúl también desplegó sus aviones de combate más avanzados en un esfuerzo por elevar la moral de las tropas y mostrar su capacidad disuasoria ante posibles ataques norcoreanos, en línea con la cooperación trilateral entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón para hacer frente al programa nuclear norcoreano.