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Filipinas y China protagonizaron un nuevo incidente en el disputado mar de China Meridional, apenas un mes después del último choque entre embarcaciones de ambos países. Según el portavoz de los guardacostas filipinos, un buque chino embistió varias veces a una nave filipina sin provocación previa, cerca del atolón Sabina en las islas Spratly. Las tensiones han aumentado desde la llegada del presidente Ferdinand Marcos Jr. al poder en 2022, lo que ha fortalecido la alianza militar entre Filipinas y EE.UU. Los choques en la zona son casi semanales, con episodios recientes de cañones de agua y desencuentros aéreos.

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Filipinas y China vuelven a enfrascarse en un nuevo incidente en menos de 1 mes en las aguas del disputado mar de China Meridional, en un choque que involucra a embarcaciones de ambos países.

Mientras que el episodio anterior ocurrió el pasado 19 de agosto, este sábado 31 el portavoz de los guardacostas filipinos, Jay Tarriela, aseguró en X que uno de los buques chinos embistió “hasta tres veces” la nave filipina “pese a que no hubo ninguna provocación por parte de los guardacostas de Filipinas”.

El incidente tuvo lugar cerca del atolón Sabina (conocido por China como Xianbin Jiao), disputado entre Pekín y Manila y que forma parte de las islas Spratly, en el mar de China Meridional.

Un atolón es una isla mayormente circular en forma de anillo, que en este caso está situado unos 140 kilómetros al oeste de la isla filipina de Palawan, y a unos 1.200 kilómetros de la isla de Hainan, el punto territorial más cercano por la parte china.

Además de este, ambos países se disputan el atolón Second Thomas, también en las Spratly, y el arrecife Scarborough, cerca de la isla filipina de Luzón.

Las tensiones entre China y Filipinas han aumentado desde la llegada al poder a Manila del presidente Ferdinand Marcos Jr. en 2022, que ha reforzado su alianza militar con EE.UU. Los choques o tensiones entre barcos de ambos países en las zonas disputadas son de una frecuencia casi semanal.

La última colisión se había producido el pasado domingo, cuando varios barcos chinos usaron cañones de agua contra un navío filipino, según Manila, mientras que en las últimas semanas también se han producido desencuentros entre aviones de ambos países.

El mar de China Meridional, que incluye los archipiélagos Spratly y Paracel, es un área estratégica por la que pasa un tercio del tráfico marítimo mundial y que cuenta con el 12% de los caladeros de pesca globales, así como potenciales yacimientos de hidrocarburos.

Por motivos históricos, China reclama casi la totalidad del mar, reivindicación que choca con las posiciones de otros países como Vietnam, Malasia, Brunéi y Filipinas, además de la isla autogobernada de Taiwán.

De momento, los choques entre barcos chinos y filipinos, incluidos los registrados cerca de un viejo buque filipino varado con una guarnición a bordo en el atolón Second Thomas, no han causado daños graves, aunque el pasado junio un marino filipino perdió un dedo en otro encontronazo marino.

El principal riesgo en estas convulsas aguas es que se convierta en el escenario de un potencial conflicto entre Pekín y Washington, que no mantiene ninguna disputa soberanista, pero tiene un pacto de defensa mutua con Filipinas que le obliga a acudir en su ayuda en caso de ataque militar.