El Tribunal Supremo de la India asumió este domingo el caso de la violación y asesinato de una joven médica en el este de la India, que ha desatado protestas en gran parte del país por las numerosas lagunas que presenta la investigación.
El Supremo tomó el caso de oficio y celebrará la primera audiencia este martes, 20 de agosto, informó el medio especializado LiveLaw.
La doctora residente, de 31 años, fue violada y asesinada la semana pasada en el hospital RG Kar de Calcuta, capital del estado de Bengala Occidental. Su cadáver fue hallado el 9 de agosto y las autoridades temen que fuera víctima de una violación en grupo.
El caso ha estado repleto de irregularidades desde que las autoridades descubrieron el cuerpo de la joven. La Policía lo reportó inicialmente como un suicidio y la investigación apenas ha sufrido avances en los diez días transcurridos.
El Tribunal Superior de Calcuta manifestó esta semana su insatisfacción con la Policía local y ordenó a la principal agencia de investigación del país asumir la investigación
“Los padres de la víctima tienen miedo de que si se permite que la investigación continúe de esta manera, se descarrilará. Por lo tanto, rezan por un alivio extraordinario. Otro aspecto inquietante es que se registró un caso de muerte no natural. Se afirma que tales casos se registran cuando no hay denuncia”, aseguró la corte.
“Por lo tanto, transferimos la investigación al Buró Central de Investigación de la India (CBI) para que haga justicia entre las partes e inspire confianza pública”, agregó.
Las autoridades han arrestado hasta el momento a un sospechoso de la violación y asesinato de la víctima. Además, la Policía de Calcuta anunció ayer que arrestó a treinta personas que entraron la medianoche del pasado miércoles al hospital y arrasaron con gran parte del mobiliario.
La opacidad del caso ha generado protestas por toda la India. La principal asociación de médicos de la India convocó ayer una huelga general que paralizó durante 24 horas los servicios médicos no esenciales. Además, miles de mujeres salieron a la calle el pasado miércoles para reivindicar su seguridad.
Las protestas continuaron este domingo en varias ciudades del país. Además de Calcuta, también se reportaron movilizaciones de médicos en el norteño Benarés o en el estado occidental de Gujarat, según medios indios.
La violencia sexual contra las mujeres en la India es un problema persistente, y con frecuencia provoca la reacción de una parte de la sociedad que exige más medidas para garantizar la seguridad de las mujeres frente a un problema complejo.
El último informe de crímenes de la India, que corresponde a 2022, registró 31.500 casos de violación solo en ese año, aproximadamente 86 por día.