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El grupo guerrillero Ejército de Arakán informó la captura del aeropuerto de Thandwe en Myanmar, marcando la primera vez que la junta militar pierde una infraestructura estratégica desde el golpe de Estado de 2021. Tras fuertes combates en la región de Rakáin, la guerrilla rebelde reportó la muerte de al menos 400 soldados en torno al aeródromo. El Gobierno de Unidad Nacional celebró la toma y se proclamó como la autoridad legítima del país. A pesar de esto, la junta sigue manteniendo superioridad aérea y de artillería, con denuncias de Amnistía Internacional sobre envíos de combustible para aviones militares. La ONU y Thomas Andrews han expresado preocupación por la situación en Rakáin, especialmente en la comunidad rohinyá. El golpe militar ha intensificado la violencia en Myanmar, con una creciente participación de jóvenes en grupos armados que combaten al Ejército.

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La guerrilla rebelde Ejército de Arakán afirmó que logró capturar un aeropuerto civil en el oeste de Birmania (Myanmar), en lo que sería la primera vez que la junta militar pierde este tipo de infraestructura estratégica desde el golpe de Estado de 2021.

El Ejército de Arakán, que en los últimos meses ha ganado grandes áreas de territorio en el estado Rakáin (oeste), confirmó el domingo por la noche la toma del aeropuerto de Thandwe, situado unos 340 kilómetros la noreste de Rangún, la mayor ciudad del país.

La guerrilla llevaba varias semanas de combates en torno de Thankwe, situado al sur de Rakáin. Tras la captura, informó de que los enfrentamientos “fieros y difíciles” se saldaron con la muerte 400 soldados muertos en torno al aeródromo.

El Gobierno de Unidad Nacional (NUG, en sus siglas en inglés), formado por políticos y activistas contrarios a la junta militar, celebró en X la toma del aeropuerto por la guerrilla rebelde.

“Soldados del Ejército de Arakán han tomado el aeropuerto de Thandwe en el estado Rakáin. Perder un aeropuerto mayor es una gran derrota para los militares terroristas”, señaló el NUG, que se declara la autoridad legítima de Birmania.

Desde la operación 1027 lanzada el pasado octubre por el Ejército de Arakán y otras dos guerrillas en el noreste del país, las fuerzas rebeldes han infligido numerosas pérdidas al Ejército birmano en diversas regiones del país, principalmente en zonas fronterizas.

Sin embargo, la junta militar continúa teniendo superioridad aérea y de artillería gracias a los aviones, helicópteros y armas que adquiere a países como China, Rusia e India.

La ONG Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que ha documentado al menos dos envíos por barco con combustible a Birmania con un “alto riesgo” de que sea usado por los militares para sus aviones que realizan los bombardeos contra civiles.

En un comunicado, AI precisó que el combustible fue trasladado por un buque chino, HUITONG78, a través de Vietnam y que hay implicadas dos empresas en Singapur, Sahara Energy International y la china CNOOC Trading.

El pasado jueves, el relator de la ONU para Birmania, Thomas Andrews, afirmó que “está contra las cuerdas, y es el momento de tomar acciones decisivas” para poner fin a sus repetidas violaciones de derechos humanos, al denunciar los bombardeos contra civiles.

Andrews expresó su preocupación por la situación en Rakáin, donde la comunidad rohinyá, mayoritariamente musulmana y que sufrió unas olas de violencia en 2016 y 2017 investigadas como posibles genocidios, se encuentra afectada por el conflicto.

El golpe militar de 2021 acabó con diez años de transición democrática y abrió una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas, con miles de jóvenes uniéndose a grupos armados que combaten al Ejército.