El imaginario de un desenlace pacífico para la península asiática cada vez se aleja más de la realidad. Kim Jong-Un sostiene que no quiere la guerra, pero que tampoco la evitará.

Corea del Norte derrumbó el arco de la reunificación, según muestran imágenes satelitales dadas a conocer en los últimos días.

La demolición del monumento que simbolizaba la esperanza de unificación con Corea del Sur se da a una semana que Kim Jong-Un prometiera hacerlo, alegando que el Sur ahora era su “enemigo principal”.

Las imágenes fueron tomadas el 23 de enero por el satélite Plèiades Neo de Airbus. Según se logra divisar, en el espacio donde se encontraba el arco ahora solo se hallan escombros.

A su vez, se logran ver varios camiones y grúas ubicados en la autopista, ayudando a la demolición total.

Aunque todavía no está claro cuándo habría comenzado el retiro del gran monumento, la última vez que se lo vio nítidamente en pie fue en una imagen del 19 de enero por un satélite.

Se cree que su derrumbe pudo empezar el 22 de enero, aunque las imágenes de ese día son borrosas.

Hace tan solo una semana Kim había anunciado esta medida en una sesión de la Asamblea Popular Suprema (SPA), alegando que el monumento era una “molestia” y ordenando que fuera retirado “para eliminar por completo conceptos como ‘reunificación’, ‘reconciliación’ y ‘compatriotas’ de la historia nacional de nuestra República”.

La decisión tiene como objetivo enviar una fuerte señal a las autoridades de Seúl de que el líder norcoreano se toma en serio el abandono de una política de unificación pacífica con el Sur. Sin embargo, Kim aclaró que el Norte no quiere la guerra, pero tampoco tiene la intención de evitarla.

Corea del Norte derriba el Arco de la Reunificación con Surcorea y lo declara "su principal enemigo"
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¿Cómo era el arco de reunificación entre Corea del Norte y Corea del Sur?

Conocido como el Monumento de las Tres Cartas para la Reunificación Nacional, el arco tenía unos 30 metros de alto y 61,5 metros de ancho, con un total de nueve pisos. Se encontraba ubicado en la calle Thongil (Unificación), al suroeste de Pyongyang, sobre la zona desmilitarizada que separa el Norte y el Sur.

Tras dos años de construcción, la gran estructura se terminó en el año 2001 y recreaba a dos mujeres, una de cada Corea, sosteniendo un emblema del contorno de toda la Península de Corea, representando la posible unión de ambas naciones.

“Destaca que los coreanos son una nación homogénea con un territorio, la misma sangre y un solo idioma desde la antigüedad, y que todos los compatriotas deben participar en la lucha por la reunificación nacional, fieles a las tres cartas”, decía la página Naenara, administrada por el gobierno norcoreano .

El monumento estaba formado por “740 piedras conmemorativas de alta calidad enviadas dentro y fuera del país por numerosas personas que aspiraban a la reunificación nacional, incluidas figuras patrióticas y personajes partidarios de la reunificación en Corea del Sur”, afirmó otra página web gubernamental de Corea del Norte.

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Aumentan las tensiones entre el Norte y el Sur

El Norte y el Sur siguen técnicamente en guerra, aunque ambas partes declararon durante mucho tiempo que el objetivo final sería algún día reunificar pacíficamente la península y verse unos a otros como miembros de una misma nación. A pesar de ello, Kim parece alejarse cada vez más de esta retórica.

Además de pedir la destrucción del monumento a la reunificación, en clara señal de desestimar esta postura, el líder norcoreano también dijo en SPA que Pyongyang estaba eliminando todas las agencias que promueven la cooperación con Seúl. Al mismo tiempo, llamó al Sur el “principal enemigo invariable” del Norte.

Asimismo, Kim aseguró que las autoridades deberían “bloquear completamente todos los canales de comunicación norte-sur a lo largo de la frontera, incluido el corte físico y completo de las vías férreas” de su lado, ya que existen “como símbolo del intercambio y la cooperación norte-sur”.

Después de que un período de distensión intercoreana de 2018 a 2020 no lograra el resultado que Corea del Norte deseaba, volvió a lo que Estados Unidos y Corea del Sur llaman un “comportamiento provocativo”. Esto incluye hacer pruebas militares cercanas a la costa del Sur y dirigir múltiples reuniones de planificación militar en las que apunta contra áreas surcoreanas.

No obstante, Pyongyang ha sostenido que el Norte no atacará al Sur a menos que sea atacado primero, al tiempo que advierte de una “aniquilación” total si Washington y Seúl “violan incluso 0,001 mm de nuestra tierra, aire y aguas territoriales”.